Sacerdote de Mindong, llevado por la policía. Mons. Guo Xijin bendice a los inspectores que lo controlan (Vídeo)
El Pbro. Huang Jintong, de 60 años, no quiere firmar la adhesión a la “Iglesia independiente”. Permanecerá secuestrado durante casi un mes. Al menos 6 parroquias fueron clausuradas. Mons. Guo Xijin, constreñido a vivir sin agua, sin luz y sin gas.
Mindong (AsiaNews) – El Padre Huang Jintong, de 60 años, párroco de Saiqi, desapareció en manos de la policía. El 3 de abril pasado, las fuerzas de seguridad se lo llevaron y lo trasladaron a una localidad desconocida. Pocas horas después, Mons. Vicente Guo Xijin, obispo no-oficial (y auxiliar) de Mindong, recibió una llamada de la Seguridad Pública, que le aconsejó preparar ropa para el Padre Huang, ya que no podrá regresar a casa hasta dentro de un mes.
El Padre Huang es uno de los casi 20 sacerdotes que no han aceptado firmar la adhesión a la “Iglesia independiente”. Lo más probable es que sea sometido a sesiones políticas y a un lavado de cerebro para forzarlo a firmar la adhesión.
Luego de la firma del acuerdo provisorio entre el Vaticano y China, el gobierno lanzó una campaña orientada a aniquilar las comunidades no-oficiales, exigiendo que cada sacerdote firme un documento por el cual adhieren a la “Iglesia independiente” y se niegan a mantener lazos con extranjeros, prohíben la educación religiosa para los menores de 18 años y limitan las actividades religiosas a los cuatro muros de las iglesias.
Para muchos sacerdotes, firmar el documento de pertenencia a la “Iglesia independiente” significa renegar del vínculo con el Papa y con la Iglesia universal, y convertirse en funcionarios del Estado: además de exhibir la bandera china en los edificios sacros, se debe colaborar con la sociedad socialista y sostener al Partido Comunista Chino y a su líder supremo, Xi Jinping.
Desde los últimos meses del año pasado a esta parte, se han clausurado al menos 6 parroquias de párrocos “insumisos”. La parroquia del Padre Huang, en Saiqi, es una de las comunidades más grandes y cuenta con alrededor de 5.000 fieles.
Con la firma del acuerdo sino-vaticano, la diócesis de Mindong debía ser una especie de “proyecto piloto” para su actuación. A pedido de Papa Francisco, su obispo, Mons. Guo, aceptó ser degradado a obispo auxiliar, para dejar la sede de obispo ordinario a Mons. Zhan Silu, obispo oficial al cual el pontífice - como parte del acuerdo - le levantó la excomunión.
Sin embargo, Mons. Guo, dado que no firmó la adhesión a la Iglesia independiente, no fue reconocido por el gobierno. En los últimos meses estuvo al borde de quedar en la calle: el 15 de enero, la Oficina de Asuntos Religiosos ordenó su desalojo de la sede episcopal y de la casa del clero de Luojiang. Temiendo el alcance de la publicidad de semejante gesto, le permitieron seguir viviendo en la casa, pero le cortaron el suministro de agua, la luz y el gas.
Ahora, todos los días, Mons, Guo debe bajar hasta la planta baja para buscar agua de un grifo y subir hasta el quinto piso, donde se encuentra su habitación, que sirve de lugar de estudio y oración.
Cuando llega a la planta baja del edificio, él no se olvida de bendecir las cámaras de vídeo, instaladas para vigilar sus movimientos. Así, él bendice a los que lo controlan.
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