Sacerdote caldeo: el Papa con los refugiados de Mosul, signo de esperanza y cercanía

El padre Samir, párroco de Kurdistán, relata el clima de alegría y expectativa por el viaje apostólico de marzo. El pontífice envía un mensaje a Irak, un "nuevo país donde todos pueden vivir en paz". La noticia fue reproducida por los medios y redes sociales cristianos y musulmanes. Para el cardenal Sako será "una ocasión de unidad y de apoyo".

Enishke (AsiaNews) - La decisión del Papa Francisco "es un signo de esperanza y cercanía para los refugiados de Mosul, para los cristianos y para el pueblo de Irak y de todo Oriente Medio, desde Siria hasta el Líbano" y es también la confirmación “de que ha mejorado la situación interna". La posibilidad empezó a circular en 2019, pero él prefirió aplazarla, "no porque tuviera miedo por sí mismo, sino para no poner en peligro a la gente corriente". El padre Samir Youssef, párroco de la diócesis de Amadiya, en el Kurdistán iraquí, comentó con AsiaNews que el anuncio del viaje apostólico del pontífice argentino al país árabe a principios de marzo ha sido motivo de alegría para cristianos y musulmanes. Explica que fue decisiva la intervención del gobierno, que envió varias veces la invitación y sentó las bases para concretarla, y que será un enorme beneficio “para los cristianos, los musulmanes, los yazidíes ... ¡para todos!”.

Para el párroco de Enishke - uno de los beneficiarios de la campaña de AsiaNews "Adopta un cristiano de Mosul" - se trata de un "anuncio inesperado" aunque aquí "desde antes del año 2000 deseábamos recibir la visita de un Papa". Juan Pablo II "había expresado su deseo de visitar Ur de los Caldeos, pero después el embargo político y económico, la guerra, la caída de Saddam Hussein y la violencia yihadista echaron por tierra esa esperanza". Hoy Irak "necesita" la visita del Papa, para demostrar "que es un país laico y democrático, en el cual las diversas comunidades son iguales y las leyes funcionan, y para superar las divisiones y heridas del Estado Islámico (IS, antes Isis)". La nación está saliendo del túnel, pero "todavía hay mucho trabajo que hacer desde el gobierno y de los países de la región como Irán y Arabia Saudita, que nos han usado como campo de batalla".

El cardenal Louis Raphael Sako, primado caldeo, acaba de difundir un mensaje en el que afirma que el viaje apostólico será "una oportunidad de unidad y apoyo" para los cristianos orientales y de "consuelo" para todos los iraquíes, para superar la heridas del pasado. La presencia del Papa es también un retorno a las raíces de la fe y un llamado a ser testigos de Cristo en la propia tierra, a pesar y más allá de las persecuciones.

El mensaje que da el Papa, sigue diciendo el padre Samir, "es que Irak es un país nuevo, donde todos pueden vivir en paz, con una clase política que busca el apoyo del exterior". El anuncio que se hizo hace pocos días "ha tenido una amplia repercusión en los medios y redes sociales, no solo en las páginas de Facebook de los cristianos sino también de musulmanes sunitas, chiítas y yazidíes". Todos los principales canales de televisión pusieron ampliamente de relieve la noticia, lo que demuestra el clima de mayor serenidad, seguridad y atención a Irak en sí mismo”.

También es una gran alegría "para los refugiados de Mosul y la llanura de Nínive que todavía están aquí, en el Kurdistán iraquí. A muchos de ellos les gustaría ver al Papa, pero no todos podrán hacerlo". Por eso, subraya el P. Samir, "hay un fuerte requerimiento de que la visita no sea solo una alegría del momento, sino que ayude a mejorar la situación después de las devastaciones del Isis" y las "tensiones socioeconómicas de las últimas semanas que llevaron a las protestas en las calles de Sulaymaniyya y Erbil”. "Los fieles lo ven como un padre, al que pueden abrazar y contarle sus problemas ... tienen la esperanza de que su voz llegue al pontífice aunque no puedan estar cerca de él". “El viaje del Papa - concluye el padre Samir - es un mensaje de aliento, una invitación a ser fieles a Cristo, a creer en la Divina Providencia, a apoyarse en la roca que representa la Iglesia y en el amor de Dios, a tener confianza a pesar de todo el mal, la guerra y la violencia. Esta visita será fuente de alegría, de felicidad, porque es la presencia concreta del que trae la paz en el nombre de Jesús”.