Saad Salloum: al igual que al-Sistani, el Patriarca Sako es "la voz de los iraquíes".

de Dario Salvi

El académico profundiza sobre la crisis entre el cardenal y el presidente de la República a raíz de la retirada del decreto patriarcal. El cardenal reivindica la lucha por "la libertad y la independencia". Las raíces de la crisis actual en la fase de la lucha contra el Isis, cuando se desarrollan las milicias armadas (incluidas las cristianas). Critica la "politización" sin fundamento, defiende la patria y a los ciudadanos.

Milán (AsiaNews) - La actual "crisis" entre el Patriarca caldeo, Card. Louis Raphael Sako, y el presidente de la República, Abdul Latif Rashid, es una herida abierta para el país, para los cristianos y para toda la población, y para la idea misma de una nación capaz de proteger a todos sus ciudadanos. También porque el "papel" de la Iglesia caldea y del patriarcado en la historia moderna "de Iraq y de su sociedad es único". El cardenal "es el representante de todos los cristianos", donde los caldeos son su principal componente, y es "la figura de mayor rango" en términos de autoridad moral, espiritual y política para el papel que está llamado a desempeñar.

Saad Salloum, periodista y profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad al-Mustanṣiriyya de Bagdad, una de las más prestigiosas de la capital, observa con atención -y preocupación- la grave crisis que se está produciendo entre el presidente y el primado caldeo. Entrevistado por AsiaNews, el presidente de la Fundación Masarat, a la vanguardia de la lucha por el diálogo, la libertad y los derechos, advierte que las primeras señales habían surgido ya en 2017 con el establecimiento gradual de grupos y milicias que luchan contra el Estado Islámico. "Las divisiones internas existen desde hace mucho tiempo, pero se han agravado", subraya, "con la formación de facciones armadas tras el ascenso del Isis en la llanura de Nínive", una zona históricamente "de mayoría cristiana".

Cardenal Sako: libertad e independencia

A mediados de julio, el card. Sako trasladó temporalmente la sede patriarcal de la capital iraquí a Erbil, en el Kurdistán iraquí, en respuesta a la anulación del presidente de la República del decreto que reconocía su función y autoridad. Sorprendente decisión del jefe del Estado [que en los últimos días recibió al Patriarca sirio católico Mar Ignatius Youssef III Younan, "discutiendo" sobre la situación de los cristianos]; Rashid, de hecho, ha desautorizado una tradición secular al derribar a la más alta autoridad católica iraquí, que también es responsable de la gestión del patrimonio y los bienes de la Iglesia. Y es aquí donde gira la cuestión de fondo: el control de las propiedades que acabaron en el punto de mira del autodenominado líder cristiano "Rayan el Caldeo" y de las milicias pro iraníes que le apoyan (una galaxia heterogénea que incluye a chiíes, cristianos, suníes, etc.), una amenaza para la paz y la convivencia de toda la nación. En respuesta a los atentados, el cardenal ha ventilado un boicot a las próximas elecciones.

El pasado fin de semana, el cardenal volvió a comentar la crisis que atraviesan la comunidad cristiana y la propia institución que representa. En una reflexión publicada en el sitio web del patriarcado, el cardenal subraya que "la Iglesia en Iraq debe preservar su libertad y su independencia". Debe, prosiguió, "defender a los cristianos de Irak de quienes quieren despojarles de sus derechos, oportunidades, propiedades" e incluso alterar "la demografía de la llanura de Nínive", donde la mayoría de los habitantes son cristianos. Además, la Iglesia, observó el primado, debe "defender con firmeza la verdad hacia sí misma, el país y sus cristianos", que se están convirtiendo cada vez más en un "eslabón débil" de la cadena, aceptando "sólo la verdad" y dejando de lado "la adulación", porque "la injusticia y los perseguidores desaparecerán tarde o temprano".

Crisis de representatividad

El Patriarca caldeo, observa Saad Salloum, es "el representante de los cristianos" en la Cámara de Ancianos, por lo que el actual enfrentamiento no se limita a "la retirada del decreto", sino que es un "mensaje negativo" del Estado a las minorías, "en primer lugar a los cristianos". En el fondo hay una crisis de representatividad de los propios cristianos, de su independencia, como ha subrayado repetidamente el patriarca". Él, añade el experto, es también el primer responsable "de la atención a todas las Iglesias presentes en el país, que son 14. Incluso los delegados cristianos en el Parlamento [cinco según el sistema de asignaciones, ed.] deben tener en cuenta las prioridades de todos, no sólo de un grupo de referencia o pertenencia específica".

Hay líderes o movimientos autodenominados cristianos, como las Brigadas de Babilonia y Rayan el Caldeo, que atacan al Card. Sako, acusándole de ejercer un papel y una función " políticas ", mientras que él debería limitarse " a los asuntos de la Iglesia ". Sin embargo, explica Salloum - flamante ganador, el primero del mundo musulmán, del Premio de la Fundación Zêd a la Solidaridad Humana, un galardón concedido a personalidades destacadas en el ámbito de la protección de los derechos y las libertades - justo aquí está el "malentendido de base". En la historia moderna, el Patriarca puede compararse al ayatolá Ali al-Sistani en el mundo musulmán chií: la "figura de más alto rango" que, aunque se mantiene "al margen de las cuestiones políticas", no deja de intervenir "ante las amenazas a la identidad del país, sus valores, el sistema político" pronunciando fetuas. Sin embargo", añade, "nadie se atreve a criticar el papel de al-Sistani, porque habla en nombre de todos los iraquíes". Prueba de ello es lo ocurrido durante las protestas callejeras de 2019, cuando se puso 'del lado del pueblo contra los líderes políticos corruptos que son incapaces de perseguir los intereses del pueblo'.

La voz de los iraquíes

A través de sus discursos, intervenciones públicas y posturas, el cardenal busca superar las divisiones y unir a los cristianos bajo una identidad iraquí común, abordando los desafíos que afectan a toda la nación. Como el propio Primado caldeo ha escrito en el pasado, recuerda el experto citando pasajes de uno de sus análisis del pasado, un Patriarca "nunca busca ser un polo político para los cristianos, sino que es su deber como padre y patrón, y a la luz de la actual situación política, social y de seguridad tras los múltiples conflictos y la emergencia del Isis, defender a los oprimidos, desplazados y pobres. Debe hacer un llamamiento a la reconciliación nacional y a la colaboración efectiva para construir un Estado con leyes justas y una patria completa e inclusiva."

"El Patriarca es la voz de los cristianos en Irak", continúa Saad Salloum, y lucha contra quienes "amenazan su identidad, su futuro y el papel que pueden y deben desempeñar dentro del Estado". "Debemos contemplar su papel desde esta perspectiva" y desde esta perspectiva las críticas de "politización" que se le hacen no tienen valor ni fundamento. Tanto el Card. Sako como al-Sistani "son líderes espirituales" con una "profunda influencia" en el plano político debido a su "carisma" y a sus vínculos con la patria. Ambos", concluye, "tratan de defender los derechos de las personas. El Patriarca representa a todos los cristianos, pero cuando habla lo hace en nombre de todo el pueblo iraquí, recordando que los propios cristianos no son una minoría, sino ciudadanos con los mismos derechos'.