Rusia, Irán y Turquía unidas por la paz en Siria, pero divididas frente a la amenaza yihadista
En el encuentro de ayer en Ankara, Putin, Erdogan y Rouhani expresaron el deseo de hallar vías “duraderas” para poner fin al conflicto. El presidente turco pide asumir las “responsabilidades” en mayor medida. La cuestión humanitaria y el temor de que se produzca una nueva oleada de refugiados. Moscú, preocupada por un nuevo ascenso del ISIS.
Ankara (AsiaNews/Agencias) - Procurar vías de paz “duraderas”, frente a una nueva escalada del conflicto sirio, que se ha visto agudizado recientemente por los ataques de las fuerzas del gobierno sirio contra los rebeldes y yihadistas en el noroeste del país. Con este objetivo, en Ankara se realizó ayer una nueva reunión cumbre entre el presidente turco y anfitrión Recep Tayyip Erdogan, el homólogo iraní Hassan Rouhani y el líder del Kremlin, Vladimir Putin. Sin embargo, frente al compromiso mancomunado de poner fin a la escalada de la guerra, surgen desacuerdos sobre los pasos a cumplir y sobre todo, sobre la actual consistencia del Estado Islámico (EI, ex ISIS) como amenaza.
Erdogan habló de un “período” que requiere “una mayor asunción de responsabilidades para la paz en Siria”, y que, para poner fin a ocho años de conflicto, “el mayor peso” habrá de recaer en “nosotros” [refiriéndose a Turquía, Rusia e Irán]. El mandatario agregó que los tres líderes coinciden en la creciente necesidad de una “solución política” para resolver la crisis en Siria.
En el encuentro realizado ayer en Ankara, Turquía, Rusia e Irán -ubicados en frentes opuestos en el conflicto, con Ankara más cercana a los rebeldes, mientras que Teherán y Moscú apoyan a Damasco- acordaron la necesidad de aplacar la tensión en Idlib, último bastión yihadista y rebelde en el país. En el comunicado conjunto difundido anoche, los tres líderes dicen sentirse alarmados por el riesgo de un posible deterioro de la situación humanitaria en la provincia del noroeste sirio que limita con Turquía. A este respecto, hay que dar “pasos concretos” para frenar las violaciones de la tregua humanitaria que las tres naciones negociaron en el pasado.
Con ello, se hace referencia al resultado de los coloquios celebrados anteriormente en Astana, donde se había llegado a un acuerdo de principio para implementar una tregua en Idlib por razones humanitarias. Sin embargo, en reiteradas oportunidades, los dos frentes han violado el cese del fuego y hay un real peligro de que se produzca una grave escalada. Esto podría desatar un nuevo éxodo de refugiados huyendo hacia el otro lado de la frontera y en dirección a Europa.
Así todo, sigue habiendo divisiones en lo que respecta a los grupos yihadistas, en particular, al Estado Islámico. “Sin lugar a dudas, estamos preocupados por la situación en el noreste de Siria, donde hay células dormidas del ISIS, que están resurgiendo”, declaró el presidente ruso Putin. Un comentario que llegó pocos minutos después de las palabras de Erdogan, para quien la única amenaza en el área, la representan los grupos militantes kurdos.
En el comunicado oficial no se mencionaron los atentados del fin de semana pasado en las refinerías de petróleo de Arabia Saudita. Sin embargo, el presidente iraní Rouhani aludió a la respuesta “del pueblo yemení” ante la agresión en curso en su país. Están ejerciendo, agregó, “el legítimo derecho a la defensa [...] ante una agresión que se prolonga desde hace años”.
Rouhani añadió que la diplomacia es el único medio y la única solución posible para poner fin a la crisis, pidiendo a los Estados Unidos que retire las tropas del noreste del país. Sin embargo, la atención sigue centrada en Idlib, donde, según los tres líderes, es necesario “normalizar” la situación y responder a la emergencia de refugiados.
