Riad ha ‘ejecutado y crucificado’ a un prisionero acusado de terrorismo

El hombre era parte de un grupo de 37 personas que terminaron bajo el hacha del verdugo en el contexto de una “ejecución en masa”. Uno de los imputados tenía 16 años cuando fue detenido. Entre las acusaciones figuran, la adopción de una “ideología extremista” y la "participación en células terroristas”. El Consejo de los ulemas aprueba: las decisiones, ya que están “de acuerdo con la sharia”.

Riad (AsiaNews/ Agencias) - Las autoridades sauditas han “ejecutado y crucificado” a un hombre acusado de “terrorismo”, que formaba parte de un grupo de 37 personas terminadas bajo el hacha del verdugo en el contexto de una “ejecución en masa”. La última se había realizado hacia fines de 2015 y había involucrado a imputados acusados de pertenecer a grupos extremistas, entre ellos, a al-Qaeda y por mantener relaciones con potencias extranjeras enemigas (leáse Irán).

Según informa un comunicado oficial del gobierno, el hombre recibió la la pena capital por “haber adoptado un ideología extremista y terrorista” y por “haber formado células terroristas” que han amenazado “la paz y la seguridad de la sociedad”. Analistas y expertos subrayan que estos últimos términos indican que entre ellos hay militantes yihadistas sunitas y activistas chiíes.

Amnesty International agrega que uno de los 37 imputados tenía sólo 16 años cuando fue arrestado. El Comité de los ulemas, que reúne a los sabios musulmanes del país, justificó los asesinatos subrayando que están “de acuerdo con la sharia” (la ley islámica).

Los ajusticiados habrían cometido diversos delitos, entre ellos, ataques a los cuarteles generales de seguridad, asesinato de funcionarios y policías y haber participado en manifestaciones anti-gubernamentales. Las ejecuciones se realizaron en distintos puntos del país: en la capital Riad, en Medina y en la Meca, en la región central de mayoría sunita de al-Qassim, la provincia meridional de Assir y en la provincia oriental donde se concentra la mayoría chií.

Normalmente en Arabia Saudita los imputados condenados a muerte son ajusticiados por decapitación. Las autoridades imponen también la crucifixión por haber acuchillado a muerte a una mujer; además, el hombre habría intentado matar a un hombre y violar a otra mujer.

Riad es una de las naciones del mundo donde el verdugo es usado con mayor frecuencia, pero que no brinda estadísticas oficiales sobre las ejecuciones. Sin embargo, de los datos recogidos por los activistas y las ONG internacionales surge que bajo la guía de Mohammed bin Salman (Mbs) el número se duplicó.

El número de ejecuciones entre junio de 2017 y marzo de 2018 llegó a la cifra de 133, casi el doble respecto a las 67 registradas en los 8 meses anteriores a la subida al poder del príncipe heredero. Además, cerca de la mitad de las personas que terminaron en manos del verdugo eran de nacionalidad extranjera, sobre todo migrantes pobres condenados a muerte por tráfico de drogas. La pena capital, a menudo mediante la decapitación en público, es aplicada por delitos que van desde el terrorismo a robos a mano armada y tráfico de estupefacientes.