Riad, Islam e inversiones: Erdogan 'archiva' el asesinato de Khashoggi

El presidente turco realizó una visita oficial a Arabia Saudita para recomponer las relaciones con la cúpula wahabí y con Bin Salman. Vestido de peregrino, cruzó el umbral de la mezquita sagrada de La Meca. El dinero de Riad es crucial para impulsar la economía turca. El boicot no oficial -que rige desde 2020- redujo las importaciones turcas en un 98%.

Riad (AsiaNews) - Recomponer las relaciones con el príncipe heredero Mohammad bin Salman (Mbs) que están en su peor momento desde el asesinato del periodista y disidente saudí Jamal Khashoggi, ocurrido en Estambul en 2018; firmar acuerdos y reforzar las alianzas comerciales, para impulsar la economía doméstica; visitar La Meca y propagar la imagen de peregrino (y líder) en el mundo musulmán. La visita oficial del presidente turco Recep Tayyip Erdogan a Arabia Saudita, al menos según las intenciones de Ankara, pretende marcar un punto de inflexión y poner fin a las tensiones de los últimos años entre las dos naciones musulmanas. Un factor que favoreció la celebración de la cumbre fue la decisión de la justicia turca -a principios de mes- de suspender el juicio contra 26 acusados saudíes procesados en contumacia. Los magistrados trasladaron el expediente a Riad y cosecharon no pocas críticas en la comunidad internacional.

En los últimos años, Erdogan se mostró partidario de una política de nacionalismo e islam. Y en su gira de dos días por Arabia Saudita (28 y 29 de abril), incluyó una parada en la mezquita sagrada de La Meca, y se detuvo en el interior de la Kaaba, el edificio más sagrado del mundo musulmán. Los medios de comunicación turcos difundieron numerosas imágenes del presidente vestido de peregrino, acompañado de algunos ministros y otros miembros de la delegación oficial.

Sin embargo, el corazón de la misión fue la reunión en Yedá, con el rey saudí, Salman, y el príncipe heredero bin Salman, el verdadero poder fuerte del reino wahabí al mando de la política económica y exterior. Erdogan subrayó el concepto del inicio de "una nueva era" en las relaciones entre Ankara y Riad. Sin embargo, más de un experto en asuntos de Oriente Medio recuerda la desconfianza mutua entre ambas figuras. que una reunión no logrará eliminar, por más importante que sea,

Decir que las relaciones se volvieron tormentosas a raíz del caso Khashoggi es un eufemismo. El asesinato fue perpetrado en el interior del consulado saudí en Estambul y en la muerte estaría implicado el mismo MbS, según la ONU. Las desavenencias sólo se saldaron luego del traslado del juicio a Riad. El caso también desató una polémica interna en Turquía, con durísimas acusaciones de Kemal Kılıçdaroğlu, presidente del principal movimiento de oposición (el Partido Republicano CHP): "[Erdogan] condena a cadena perpetua a inocentes [se refería al filántropo Osman Kavala] y defiende su accionar en el aeropuerto. Luego se baja del avión y abraza a los asesinos" y "se inclina ante los que desmembraron a una persona en su país".

A pesar de la polémica, el objetivo de la misión del "sultán" era reforzar la asociación estratégica y las relaciones bilaterales, incluidas las económicas y comerciales, en un contexto de crisis alimentado por la pandemia y la guerra rusa en Ucrania. Aprovechando el ambicioso programa de reformas "Visión 2030", lanzado por MbS, y los programas de privatización, especialmente en sanidad y educación, Ankara pretende multiplicar las inversiones, estimulando un crecimiento tras un largo período de estancamiento.

Por otro lado, la visita también podría asegurar resultados positivos para muchas empresas turcas que operan en el reino en el sector de infraestructuras y restablecer la presencia de empresas saudíes en el mercado turco para inyectar fondos y liquidez. Este último punto es esencial para frenar la inflación galopante y brindar nuevas armas a la propaganda de Erdogan de cara a las elecciones del próximo año. Ankara apunta a archivar el boicot "no oficial" de Riad contra las importaciones turcas, que rige desde 2020 y recortó los intercambios en un 98%. La medida surgió en medio de una fase de fuerte tensión que hoy parece haber quedado atrás, en nombre del Islam y del dinero. De hecho, en un momento de su visita, Erdogan se refirió al final del Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración, y dijo que era un momento oportuno para "alimentar y fortalecer los lazos fraternales".