Religiosa premiada por el servicio a la educación: Amo a Dios y mi trabajo

de Sumon Corraya

Sor Mary Christina es la directora de la escuela femenina católica de Gazipur (norte de Daca). Una 1.600 alumnas inscriptas, en su mayoría son musulmanas pobres. La religiosa está en el apostolado educativo desde hace 36 años. La instrucción combate el fenómeno de los matrimonios precoces.

Daca (AsiaNews) – Una religiosa católica de Bangladés fue premiada por su gran contribución dada a la educación en su país. Es sor Mary Christina, de 55 años, que pertenece a la congregación de las hermanas de maría Reina de los Apóstoles. Desde hace 11 años la religiosa es directora de la St. Mary’s Girl School & College de Gazipur, al norte de la capital. La premiación se realizó en Daca el 7 de marzo, en la vigilia de la fiesta internacional de la mujer.

Junto a sor Mary, la Christian Co-operative Credit Union Ltd. de Daca consignó otros premios también a otras 8 mujeres. A todas ellas fue consignado una medalla y un certificado. Recibiendo el premio, la religiosa declaró: “Estoy honrada. Es un reconocimiento a mi servicio. Este premio me lleva aún más a trabajar bien”. Sobre su propia vocación, afirma: “Ante todo, soy una religiosa. En segundo lugar una docente. Dependo totalmente de Dios, rezo todos los días. Además amo mi trabajo, me hace realmente feliz”.

Sor mary está comprometida en la educación de los jóvenes desde hace 36 años. En el instituto por ella dirigido hay inscritas una 1.600 alumnas, que en su mayoría son musulmanas. “somos muy apreciadas-dice- por el nivel de enseñanza. Predicamos el Evangelio desarrollando nuestro trabajo”. Desde cuando fue nombrada directora, la escuela obtuvo diversos premios, a nivel nacional y local y también en las competencias deportivas.

Hace un tiempo, cuenta la religiosa, “Bangladés era una nación analfabeta”. Según la UNESCO, hoy la tasa de alfabetización adulta es del 72,89%; en lo que se refiere a la distribución de género, los hombres instruidos son el 75% y las mujeres el 70,09%.

La congregación de la cual forma parte inició el apostolado educativo abriendo la primer escuela en un pueblo remoto en 1993. Hoy dirige 38 escuelas, comprendidos dos liceos. Los estudiantes del área de Toomila, donde surge el complejo, “son realmente necesarios. A veces no logran pagar la cuota de unas 300 taka (3 euros), por lo tanto yo también tengo dificultades para pagar los sueldos de los 46 docentes a fin de mes”.

Hasta el año 2014 el instituto femenino impartía clases hasta la 10ma clase. “Después que agregaron los años del colegio-continúa- el nivel de instrucción de las muchachas aumentó. En l pasado, al terminar la 10ma clase los padres organizaban los matrimonios de las hijas, desde el momento que en la zona no era posible continuar los estudios. Ahora, en cambio continúan aprendiendo y terminan los estudios estando más preparadas”.

Junto a los libros de texto, continúa sor mary, “enseñamos los valores morales. Proponemos una educación ética y espiritual, haciendo así formamos buenos seres humanos. Gracias a nuestras enseñanzas, diversos alumnos cristianos eligieron la vida religiosa y se hicieron sacerdotes y religiosas. Al mismo tiempo, los alumnos musulmanes se convirtieron en buenos musulmanes”.