Rector del santuario del Padre Pío: su reliquia, esperanza para el país
En los días previos a la llegada del corazón del santo, los católicos filipinos están “emocionados y ansiosos”. “Él es un modelo para todos los católicos, laicos y consagrados. Él brinda confianza a quien sufre, a cuantos se encuentran enfermos, perdidos, confundidos o en busca de la bendición de Dios”. En las Filipinas, la devoción al Padre Pío crece de una manera constante, en parte gracias a las redes sociales”.
Santo Tomás (AsiaNews) – La próxima llegada a las Filipinas de la reliquia del corazón del Padre Pío es “una señal de esperanza, que nos impulsa hacia valores superiores en nuestra relación con Dios”. Es cuanto declara el Pbro. Joselin Gonda (foto 1), rector del santuario nacional de San Padre Pío en Santo Tomás (Batangas), faltando menos de un mes para el inicio de la histórica peregrinación (del 6 al 26 de octubre) de los restos del santo. Estos serán expuestos en varias ciudades de la nación, entre ellas, en Manila, Cebú y Davao.
En la conferencia de prensa de presentación de evento, el padre Gonda había afirmado que éste “será un tiempo de gracia para los filipinos, que casi se hunden en la desesperación de estos tiempos de incertidumbre para la historia del país”. Al ser entrevistado por AsiaNews, el sacerdote identifica como principales causas de sufrimiento de su pueblo “las tensiones políticas, las dificultades económicas y los problemas sociales”. A éstas se suman, por otro lado, “las violaciones de los derechos humanos; los asesinatos de despachantes de drogas y drogadictos, que caracterizan la guerra emprendida por el gobierno contra la droga; el tipo de lenguaje que el presidente Rodrigo Duterte utiliza para dirigirse a la Iglesia católica y en las cuestiones que se refieren a Dios”.
“Sin embargo, la dependencia de las drogas, el sufrimiento y el dolor, representan pruebas que han de ser superadas, para quien permanece fiel a Dios, a pesar de las dificultades –afirma el sacerdote. Es por ello que la visita de los restos del santo es un “tiempo de esperanza y de vida”. En estos días de espera, los católicos filipinos están “emocionados y ansiosos”. “Es grande su alegría, y muchas, sus expectativas –prosigue el P. Gonda-. En este momento, las personas acuden al santuario y rezan pidiendo el consuelo, y la intercesión del Padre Pío. La visita tendrá un enorme impacto en la fe y en la conciencia de los fieles y de la nación”.
En el país asiático que tiene el mayor número de católicos (cerca del 83% de la población), la devoción al Padre Pío está muy difundida. A tal fin, el rector del santuario nacional, declara: “Ésta ya era profunda antes de la canonización, en 2002, pero desde entonces ha crecido y se ha arraigado todavía más. Durante los nueve años que he pasado en este santuario, he descubierto que el Padre Pío es realmente el santo de nuestra época. Es un santo que brinda esperanza, un modelo para todos los católicos, laicos o consagrados. Él brinda confianza a quien sufre, a cuantos se encuentran enfermos, perdidos, confundidos o en busca de la bendición de Dios. Son muchos los que piden su intercesión, y las numerosas curaciones alimentan la devoción al santo a través de las redes sociales”.
El creciente afecto que une a los filipinos con el santo de Pietrelcina se manifiesta asimismo en la multitud que, todos los días, asiste al santuario nacional, proveniente de todas las provincias del país. “Cuando comencé a trabajar aquí, los fieles que participaban en las dos misas dominicales apenas rondaban los 300. En este momento, cuando hay días de fiesta, celebramos ocho misas (fotos 2-3-4) que congregan entre 40.000 y 60.000 personas, dependiendo del estado del tiempo. En todo el país, están surgiendo muchas parroquias, santuarios y lugares de oración dedicados al Padre Pío”, afirma el P. Gonda.
El sacerdote cuenta, por último, que en la peregrinación de la reliquia del corazón del Padre Pío no estará ausente la participación de los filipinos que viven en el exterior, en particular, de cuantos han emigrado a Italia. “Hubiéramos querido reunirnos con muchos filipinos de Italia en San Giovanni Rotondo, donde una delegación –en la cual participaré- recibirá la reliquia. Sin embargo, atentos a lo acordado con la Orden de los capuchinos, hemos preferido evitar la confusión excesiva. Los esperaremos en nuestra patria, adonde muchos regresarán, para esta ocasión”. (PF)
02/05/2017 13:54
07/09/2018 14:16