Rakhine, Yangon: ‘Moscú y Beijing se disponen a bloquear la resolución de la ONU’

Negociaciones en curso con los dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad. El consultor en materia de seguridad nacional Thaung Tun: “La cuestión no prosperará”. El gobierno rechaza las acusaciones sobre limpieza étnica y denuncia “desinformación”. Militantes Rohinyás incendiaron 59 pueblos. Más de 26.000 tribales huyen de Rakhine.

Yangon (AsiaNews/Agencias) – El gobierno de Myanmar declara que hay negociaciones en curso con China y Rusia a fin de garantizar el bloqueo de cualquier censura del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en torno a la crisis que rige en el Estado de Rakhine. Los operadores humanitarios de la ONU afirman que la violencia arriesga causar el éxodo de 300.000 musulmanes Rohinyás hacia el país limítrofe de Bangladesh. La sociedad birmana se opone a la “desinformación” de la comunidad internacional, y los grupos étnicos denuncian las agresiones sufridas por mano de militantes Rohinyás armados.

En una carta dirigida al Consejo de Seguridad de la ONU el 5 de septiembre pasado, el secretario general Antonio Guterres ha expresado preocupación por la posibilidad de una “catástrofe humanitaria” en el norte de Myanmar. Él ha afirmado que la presunta limpieza étnica que lleva adelante el ejército birmano constituye un peligro para la estabilidad de la región entera.

El gobierno de Myanmar ha rechazado en reiteradas oportunidades las acusaciones y reitera que sus fuerzas de seguridad están combatiendo una legítima campaña contra “terroristas bengalíes”, que han sido responsables de una serie de atentados contra la policía y el ejército perpetrados en octubre pasado. En sus primeras declaraciones oficiales desde el 25 de agosto, fecha en que se inició el último conflicto armado, en el día de ayer, Aung San Suu Kyi ha afirmado que la “desinformación” con la cual los medios y los gobiernos internacionales tratan el caso de los Rohinyás “es calculada, para generar problemas entre las distintas comunidades, con el objetivo de promover el interés de los terroristas”.

En una conferencia de prensa realizada ayer en Naipyidó, el consultor en materia de seguridad nacional Thaung Tun ha comunicado que Myanmar cuenta con China y Rusia, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, para bloquear una resolución de la ONU en torno a la crisis. “Estamos negociando con algunos países amigos –dijo el funcionario- para llegar a hacer algo en el Consejo de Seguridad. China es amiga nuestra, y tenemos una relación igual de amigable con Rusia, por ende, no será posible que prospere la cuestión”.

Según las estimaciones más recientes elaboradas por los operadores humanitarios de las Naciones Unidas en Bangladesh, 146.000 Rohinyás han llegado al país desde el 25 de agosto, pero el número total de personas refugiadas podría llegar a 300.000. Quien lo afirma es Dipayan Bhattacharyya, vocero del World Food Program (WFP – Programa alimentario mundial) del Bangladesh.

Los demás grupos étnicos también tratan de huir de los combates en la región noroccidental de Rakhine. Autoridades y exponentes de las comunidades locales cuentan que en los últimos días, cerca de 4.000 tribales han llegado a Sittwe, capital del Estado. El Comité informativo del gobierno de Myanmar declara que, entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre, más de 26.000 personas abandonaron las áreas rurales de Rakhine a la vez que Sittwe, Maungdaw, Buthedaung y otras ciudades. En el mismo período, suman 59 los pueblos incendiados por los militantes armados del Arakan Rohingya Salvation Army (ARSA).

Citando fuentes locales, RFA informa que en Sittwe, hay individuos que a título individual brindan comida y asistencia en los 21 monasterios budistas de la ciudad, donde han hallado refugio los desplazados. Entre ellos, hay cientos de familias hindúes, cuyos pueblos han sido destruidos por los combatientes islámicos. Maung Hla, un refugiado hindú que proviene de un suburbio de Maungdaw, relata lo sucedido: “Cerca de 40 terroristas ingresaron a nuestro pueblo, asaltando a los habitantes. Golpearon a mi mujer, que ahora se encuentra internada en un hospital de Sittwe. Además, esa noche los terroristas asesinaron a mi yerno”.

El hombre cuenta que al menos 20 de los agresores tenían el rostro cubierto y vestían camisas camufladas, en tanto otros eran claramente identificables como personas del lugar. “La familia de mi sobrino y algunos parientes míos también huyeron de Myinlhe rumbo a Maungdaw, pero en el camino los terroristas abrieron fuego contra ellos. Uno está en el hospital, aún con vida, todos los demás fueron muertos”. “Estos terroristas musulmanes incendiaron los pueblos. Tengo 65 años y, en el pasado, jamás hemos tenido problemas con los musulmanes. No sé por qué nos hicieron esto”, concluye el refugiado.