Rakhine: el Arakan Army inicia conversaciones con la Junta para conseguir concesiones de China

La milicia étnica está expandiendo sus conquistas en el Estado occidental de Myanmar y ahora controla 10 proyectos clave de Beijing y, según los expertos, podría aprovechar esto para obtener una serie de ventajas. El Arakan Army dice que la continuación de la ofensiva dependerá de las decisiones de la junta militar.

Rangún (AsiaNews) - El nivel de devastación de la ofensiva lanzada por el Arakan Army en Rakhine dependerá de la junta militar, declaró el portavoz del AA, Khaing Thukha, al sitio de información The Irrawaddy. Después de conquistar una ciudad tras otra, el 29 de diciembre la milicia étnica más grande de la región declaró que estaba dispuesta a resolver el conflicto por medios políticos, en lugar de acciones militares. "Buscar soluciones políticas a los problemas políticos ha sido nuestra política desde el principio", reiteró hoy Khaing Thukha, haciendo referencia a un intento de alto el fuego con la mediación de China en enero de 2024. "Seguimos adhiriéndonos a esta política y mantenemos la puerta abierta a las conversaciones. “Que nuestras ofensivas cesen o no dependerá principalmente de cómo responda el régimen”.

Con la conquista de Gwa, situada en el extremo sur de Rakhine, el Arakan Army controla ahora 14 de los 17 municipios del oeste de Birmania y 10 proyectos chinos, que se ha comprometido a proteger. "En cuanto a las inversiones extranjeras en las zonas que nosotros controlamos, ya hemos dicho que brindaremos protección a los proyectos que también benefician a nuestro pueblo y, si es necesario, colaboraremos. No hay ningún cambio en esta política", continuó el portavoz del AA. Gwa se encuentra a sólo 400 kilómetros de la capital de la región, que a su vez está a 250 kilómetros de Rangún, la ciudad más grande del país, donde (por ahora) el ejército mantiene firmemente el control. La capital de Rakhine, Sittwe, también sigue estando en manos de los militares, junto con Kyaukpyu (un importante centro comercial) y Munaung.

El Arakan Army, que lucha por un Estado independiente, es parte de la Three Brotherhood Alliance, que lanzó una gran ofensiva contra el ejército birmano a fines de octubre de 2023. Desde entonces, varias áreas periféricas de Myanmar han sido conquistadas por milicias étnicas (que luchan por una mayor autonomía del gobierno central desde los tiempos de la independencia del dominio británico en 1948), y China, interesada en proteger sus inversiones y proyectos de infraestructura en Myanmar y la seguridad de sus ciudadanos, ha intentado mediar (hasta ahora sin éxito) una serie de conversaciones entre la junta militar y las fuerzas que integran la resistencia.

Los proyectos bajo el control del Arakan Army en Rakhine incluyen el puerto de aguas profundas de Kyaukpyu y la correspondiente zona económica especial, el proyecto ferroviario Mandalay-Kyaukpyu, el proyecto vial Kyaukpyu-Naypyidaw, una serie de oleoductos y gasoductos que se extienden desde el mar de Andamán hasta la provincia de Yunnan en China, y algunos proyectos de producción de energía eólica en las ciudades de Thandwe y Ann. Para Beijing, Myanmar es una pieza clave de la Belt and Road Initiative (BRI), la red de corredores económicos que debería conectar a China con el resto del mundo.

Desde hace meses los funcionarios chinos también han estado presionando a las otras milicias étnicas que componen la Alianza (el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang y el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar) para que reabran los canales diplomáticos con la junta militar. Como no ha obtenido ningún resultado hasta el momento, Beijing, a pesar de cierta reticencia a intervenir directamente en los asuntos internos de otros Estados, tras haber firmado un acuerdo con el ejército birmano podría desplegar pronto empresas de seguridad privadas para proteger sus inversiones, mientras sigue atacando a los miembros de organizaciones criminales transfronterizas acusadas de controlar una red de tráfico de personas cuyas principales víctimas son ciudadanos chinos.

Según los expertos, las milicias étnicas intentan ahora aprovechar la presencia de proyectos chinos en los territorios bajo su control para obtener concesiones de Beijing (del que también depende la supervivencia de la junta militar). Un proceso que podría conducir a la creación de una serie de regiones más o menos independientes y chocaría con la creación de un Estado federal, el proyecto de posconflicto propuesto por el gobierno anterior, el NUG, Gobierno de Unidad Nacional, integrado por diputados y ministros que pertenecían al partido de Aung San Suu Kyi y actualmente se encuentran en el exilio.