Rafsanjani: los extremistas en Irán, tan ‘nocivos’ como los que apoyan a Trump. Urge un diálogo

Yasser, hijo del ex presidente, habla de una sociedad “enferma”, tanto desde el punto de vista “físico, como político”. En el Parlamento, la democracia “castrada” por fuerzas externas. En las elecciones ganan las abstenciones, con una participación del 42%. La victoria - descontada- de conservadores y radicales. Sube el saldo del coronavirus: ocho muertos y 43 personas contagiadas.

Teherán (AsiaNews) - La sociedad iraní está “enferma” tanto desde el punto de vista “físico como político”, y la democracia en el país ha sido “castrada” por fuerzas orquestadas desde fuera del Parlamento, inclusive por varias milicias armadas. En una entrevista con The Guardian, son las declaraciones de Akbar Hashemi Rafsanjani, uno de los principales artífices de la Revolución Islámica de 1979. Al referirse a las elecciones parlamentarias celebradas el 21 de febrero pasado, él subraya el récord de abstenciones, con una participación del 42%. Y una victoria - que se daba por descontado - de los conservadores, que en parte se ha dado porque la Comisión Electoral impidió la participación de miles de candidatos del ala moderada y reformista.

Akbar Rafsanjani ha sido una de las figuras más poderosas de los primeros años de la era post-revolucionaria. Él prestó servicio como comandante en jefe durante la guerra con Irak, en la década del ‘80. Luego asumió el cargo de presidente en 1989 (por dos mandatos), y a él se debe la elección del actual líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei. Siendo miembro de una de las familias más poderosas y respetadas, las palabras del hijo, Yasserm, confirman las divisiones, profundas e irresueltas, que rigen en el seno de la República Islámica, donde parte del ala conservadora y radical de país es tan “nociva” como los son los sostenedores entusiastas y fidelísimos del presidente de EEUU, Donald Trump. Sin embargo, agrega, solamente a través del diálogo se podrán resolver las controversias que rigen en torno a la cuestión nuclear (y a otras cuestiones) entre Irán y los Estados Unidos.

“La democracia [en Irán] - advierte - hoy se ha convertido en un eunuco. Ha sido castrada. Nuestra sociedad está enferma, por así decir. Estamos infectados por virus [...], como el coronavirus, pero también por un virus social, que impide que las personas se respeten unas a otras”. Y a propósito de la nueva epidemia (Covid-19) estallada en Wuhan China, que ya se ha difundido en muchas partes del mundo, según la cúpula militar y religiosa ésta ha sido la causa de la escasa afluencia a las urnas en las últimas elecciones.

El mismísimo líder supremo ha afirmado que detrás del abstencionismo estaría la “propaganda negativa”, que, con artilugios, ha sido promovida y difundida por los enemigos del país. En las últimas horas, las autoridades han actualizado el saldo de víctimas del nuevo coronavirus que, al día de hoy, ya ha provocado ocho muertos y 43 casos de contagio, cuya mayor parte se concentra en la ciudad santa chiíta de Qom.

Según datos brindados por el Ministerio del Interior iraní, la afluencia a las urnas se detuvo en un 42,5%, mostrando una abrupta caída con respecto al 62% del 2016 y al 66% constatado cuatro meses atrás. En Teherán, el dato se reduce aún más, con un mísero 25%. En total, acudieron a la urnas más de 24 millones de personas, sobre un total de 58 millones de electores habilitados a votar.

Volviendo a la situación del país, Yasser Rafsanjani recuerda el diálogo entre su padre y el actual presidente, el moderado Hassan Rouhani, el día de la firma del acuerdo nuclear, el JCPOA, que luego fue cancelado por el presidente Trump, en mayo del 2018. “Mi padre - subraya - dijo que este acuerdo tenía cuatro enemigos: las naciones árabes, que tienen dinero suficiente para gastar; los lobbies israelíes en los Estados Unidos; el frente duro de los Republicanos en los EEUU; y los radicales en Irán. Y, en efecto, las facciones radicales en los Estados Unidos y en Irán, han colaborado entre ellas. Y estas elecciones demuestran que la línea dura iraní se ha vuelto cada vez más fuerte”.