Qinghai, enfrentamientos entre policías y tibetanos: 'Basta de excavaciones'

La autoridad reprime las protestas de la población local que manifiesta contra la extracción de minerales en Yulshul. “Nos dicen que están construyendo una ruta. Pero se trata de una mina”. Los locales están preocupados porque las actividades de extracción contaminan y devastan el paisaje. Los manifestantes denuncian también una ronda de corrupción está relacionado con estas obras.

Yulshul (AsiaNews) - La policía china reprimió con la violencia las protestas de algunos tibetanos en la provincia de Qinghai, en la prefectura autónoma de Yulshul. Según Radio Free Asia, los manifestantes están en lucha al menos desde hace dos meses contra las actividades de extracción en su zona, nadie informó a la población sobre la realización de una nueva mina. La región es de mayoría tibetana pero las empresas, también locales, que llevaban adelante son chinos.

El 7 de julio un centenar de tibetanos se dirigió a un lugar llamado Dechung donde están en curso trabajos de excavaciones. La policía china intimó a la multitud que se retiraran y luego atacó a los manifestantes haciendo uso indiscriminado de gases lacrimógenos. Muchos quedaron en el suelo desvanecidos, otros resultaron con heridas graves. Una fuente declara: “Entre ellos estaba también Sogrui Pewang, de 70 años, que fue llevado de urgencia al hospital a causa de las heridas reportadas”. Temiendo otras represalias por parte de la policía china, una delegación de tibetanos pidió ayuda y protección a las autoridades provinciales. Pero no han recibido aún ninguna respuesta.

Continúa la fuente: “Las actividades de excavación iniciaron hace un año. Nos dijeron que estaban construyendo una ruta. Pero los locales piensan que los chinos estén excavando no para una ruta sino para las extracción de minerales”. Las operaciones no fueron realizadas por el gobierno central sino por algunos privados. “Además los manifestantes sospechan que exista una ronda de corrupción alrededor de esta joint venture”

Protestas de este tipo ya se vienen realizando desde hace diversos años. En 2015, la población tibetana salió a las calles contra las minas de la prefectura autónoma tibetana de Tsojang. Ya hace tiempo algunos denunciaban la corrupción ligada a la extracción minera. Las empresas pagan para poder continuar trabajando impunemente. De este modo las autoridades cierran un ojo delante de los desastres ambientales e ignoran las protestas de los tibetanos.

Los territorios son ricos en hierro, cobre y calcáreas. El gobierno central considera que la extracción de materias primas de estas áreas sea fundamental para apoyar los ambiciosos proyectos industriales y manufactureros chinos. Además, las actividades mineras provocan daños ambientales importantes: contaminación de los recursos hídricos, reducción de las zonas de pastoreo y la destrucción de sitios artísticos, sagrados y naturales.