Qatar forja su rol estratégico en el Golfo mediante la diplomacia y los negocios
Doha mantiene una actitud prudente y dialogante, al tiempo que desafía a las potencias regionales en el plano económico. Tras años de abusos y violaciones, las condiciones de los trabajadores migrantes han mejorado. El papel de la mujer y la incorporación de la libertad religiosa en la Constitución han sido fundamentales para el desarrollo del país. A raíz de las tensiones con Riad y Abu Dabi, el país optó por la autonomía alimentaria e incrementó su presupuesto militar.
Milán (AsiaNews) - Del Mundial de Fútbol de diciembre, al activismo diplomático con los ayatolás iraníes y los talibanes afganos. De los numerosos proyectos de infraestructuras al relanzamiento de la diplomacia regional. Y también a la venta de gas a Europa, en un mercado energético en busca de nuevas fuentes tras las sanciones occidentales contra Rusia por la guerra en Ucrania. Qatar se está labrando un papel estratégico en la región del Golfo, en un clima de competencia con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Arabia Saudita para atraer capitales e inversiones del exterior, aunque sin provocar la ira de los dos aliados-rivales tras años de tensiones y rupturas diplomáticas.
Según declaró a AsiaNews una fuente institucional -tras el anonimato por no estar autorizada a hablar con la prensa- en el emirato existe un "gran entusiasmo" por el evento futbolístico, al igual que por otras competiciones, desde las motos hasta la Fórmula 1. "La clase dirigente ha comprendido que el bienestar económico debe conjugarse con las necesidades de la población, especialmente de los jóvenes. Por ello, la familia real -a su manera ilustrada aunque con algunas limitaciones- y el gobierno han invertido en el deporte -hasta el punto de inaugurar un museo dedicado al sector-, en eventos y en escuelas".
En los últimos años, el país ha realizado inversiones -tanto locales como en el extranjero, en Palestina, Líbano y África- y la dirigencia se centró especialmente en la educación. Sin embargo, hay que añadir que, en algunos casos, el esfuerzo por difundir la cultura ha encubierto políticas de islamización y una ideología radical e intolerante.
Los años de aislamiento
Durante mucho tiempo, las dos potencias de la región, Riad y Abu Dabi, aislaron a Doha por sus lazos con Irán. La situación comenzó a dar un giro el año pasado, con la firma de un acuerdo que condujo a la creación de un "consejo de coordinación" para mejorar las relaciones. El organismo, dirigido por el príncipe heredero saudí Muhammad bin Salman (Mbs) y el emir qatarí Sheikh Tamim Bin Hamad al-Thani, confirma la importancia de la nueva institución en términos de cooperación. El consejo tiene la tarea de coordinar y reforzar las colaboraciones estratégicas para alcanzar horizontes "más amplios" y sellar lo que analistas y expertos han calificado de "paz fría", fruto de un cambio pragmático tras los años de Donald Trump en la Casa Blanca que rediseñaron las alianzas regionales (y echaron por tierra el acuerdo nuclear alcanzado con dificultades en 2015 por Washington y Teherán).
La ruptura que dividió a Qatar de las demás potencias regionales se produjo en 2017 y fue por iniciativa de Riad, que pretendía aislar al pequeño emirato por sus vínculos con la República Islámica. En el fondo, el motivo de la disputa era el enfrentamiento entre el Islam suní de Doha y Abu Dabi y el apoyo que Doha a los Hermanos Musulmanes. Qatar también desempeñó un papel importantísimo en las negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes, que debían garantizar un acuerdo político para la transición del poder en Afganistán. Doha fue el lugar elegido por los negociadores estadounidenses y los emisarios de los estudiantes coránicos para la firma del llamado "Acuerdo para llevar la paz a Afganistán", el 29 de febrero de 2020, que conduciría el nacimiento de un "emirato islámico" que naufragó en agosto con la toma de Kabul.
Economía y derechos, un frágil equilibrio
La guerra en Ucrania está en boca de todos, pero a los ojos del Golfo, el conflicto no parece ser motivo de preocupación, a pesar de un aumento marginal de los precios de los bienes de consumo, incluidos los alimentos, y de los materiales de construcción. El coste del transporte por barco y por tierra también está aumentando, impulsado por el combustible, pero el panorama económico sigue siendo positivo, al menos por ahora. En Qatar, la impresión general es que se vive en un oasis de relativa tranquilidad -en comparación con las turbulencias regionales y mundiales que afectan a Estados Unidos, Rusia y China. En estas tensiones, más aún tras la ruptura con Riad y las dificultades para recomponer las relaciones, Qatar ha preferido mantener una línea neutral y dialogante. Incluso en la guerra de Yemen, Doha ha preferido la línea de la diplomacia, evitando involucrarse en el conflicto. Esta actitud se ve favorecida por su relaciones con Teherán, que apoya a los rebeldes hutíes, quienes a su vez . luchan contra el gobierno pro-saudí.
Desde el punto de vista económico, subraya la fuente de AsiaNews, Qatar parece "mirar a Occidente", mientras que China "no tiene mucho futuro". A escala mundial, Beijing es "una potencia: en África y en otras partes de Oriente Medio entra gracias al dinero y a las inversiones", subyugando en muchos casos a los locales, al menos en el plano económico. "Los qataríes están orgullosos de su cultura y su economía, no sienten la necesidad de una nación que se percibe como invasora. Al fin y al cabo, en 50 años -el tiempo que lleva nuestra fuente en el país- ha habido enormes cambios, y de dormir en el suelo con un solo aire acondicionado en la casa, hemos pasado a los rascacielos y a los proyectos futuristas. Incluso en materia de derechos, a pesar de las violaciones del pasado -empezando por las obras edilicias e infraestructuras para la Copa Mundial-, el panorama general ha mejorado: "En el pasado, los extranjeros, especialmente los de Bangladés, India, Pakistán y Filipinas, eran explotados en un mercado libre, sin un salario mínimo. Hoy tenemos un salario mínimo garantizado de más de 460 euros y las empresas están obligadas a depositar el dinero en una cuenta bancaria que ellas mismas abren a favor del trabajador. A los que no pagan, el Ministerio de Trabajo les suspende la licencia”.
En comparación con otros países de la región, Qatar se distingue por el rol de la mujer y la libertad religiosa -que está garantizada para los cultos distintos del Islam. Y esto también vale para los católicos, que se beneficiaron de la donación de terrenos por parte de la familia real para la construcción de la primera iglesia. Hoy en día, las mujeres están presentes en muchos ámbitos, desde la educación hasta las finanzas, pasando por el aparato estatal, incluidos los ministerios. Y el velo sigue siendo una elección personal, aunque en la familia -sobre todo en los círculos más observadores- se tiende a fomentar su uso. En cuanto a la libertad de culto, fue fundamental su introducción en la Constitución de 1995: esto permitió “que fuera aceptada por toda la población, incluso por ese sector más fundamentalista que intentó oponerse pero que terminó cediendo". En parte debido a las tensiones con sus vecinos, Doha "incrementó su presupuesto militar" y es uno de los principales compradores de armas italianas. El bloqueo impuesto por los saudíes y los emiratíes -concluye la fuente- ha permitido lograr la autosuficiencia alimentaria y económica, y esto ha dado un nuevo impulso al desarrollo de la nación, inclusive en el plano militar”.
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