Putin en Shanghai mañana para confirmar una "alternativa oriental" para la economía rusa
Moscú (AsiaNews) - Del 20 al 21 de mayo el presidente ruso, Vladimir Putin,
realizará una visita oficial a China a la cabeza de la más numerosa delegación
de funcionarios y directivos de las empresas públicas para llevar a cabo los
que la prensa rusa ya ha definido las "negociaciones más
ambiciones bilaterales de las últimas décadas "con la República Popular de
China.
En
el corazón de la misión en Shanghai, donde los líderes del Kremlin participarán
en la cumbre de la Conferencia sobre Medidas de Interacción y Reforzamiento de
la Fiducia en Asia (CICA), un "paquete de documentos que incluye unos
cuarenta acuerdos, contratos entre los
cuales Moscú espera que también esté el codiciado contrato para el suministro por
30 años de gas ruso a Beijing. La economía será el protagonista, pero es
difícil pensar que - a pocos días de las elecciones presidenciales en Ucrania
el 25 de mayo y mientras no se afloje la tensión diplomática entre Moscú y
Occidente - no se discuta la crisis en la ex república soviética y la posible
coordinación de los dos países sobre la delicada cuestión.
Como
escribe el periódico Kommersant, con
su visita Putin quiere confirmar la existencia real de una "alternativa
oriental" en el campo de la industria militar, en la energía y la capacidad
de atraer capital extranjero a la Federación, en un momento en el que
las relaciones con los mercados tradicionales, como Europa, están gravemente
dañados por la crisis en Ucrania. China,
por su parte, a pesar del interés real en el suministro de energía de la
Federación, espera principalmente los beneficios que pueden derivarse de un
posible aislamiento de Rusia en el ámbito internacional, añade el periódico.
La
delegación de Rusia a Shanghai, donde Putin se reunirá con el presidente Xi
Jinping, contará con la presencia de 46 empresas, entre ellas la gran petrolera
y de gas: Gazprom, Rosneft y Novatek. "Con
los socios chinos estamos decididos a un intercambio comercial de 100 mil millones
de dólares en 2015 y 200 mil millones en 2020", dijo el jefe del Kremlin
en una entrevista con los medios de comunicación chinos. En
2013, el volumen de operaciones fue de $ 90 mil millones. "Rusia
hoy coloca a China en la cima de sus socios de comercio exterior", añadió
Putin.
El
contrato de gas es el objetivo real de Moscú, que se siente obstaculizada como
proveedor de energía en el frente europeo (donde se presiona por menos
dependencia de Rusia) y amenazado por las ambiciones de la exportación
estadounidense de gas de esquisto. Las
crecientes tensiones con Occidente sobre la crisis de Ucrania han revivido las
negociaciones con Beijing durante diez años bloqueadas por la cuestión del
precio. A
la luz del nuevo escenario internacional, sin embargo, el gigante estatal
Gazprom ha insinuado que está dispuesto a dar tan sólo para traer a casa la
firma.
Putin
parece optimista y da como cosa hecha sino el contrato, por lo menos el acuerdo
sobre la venta de por lo menos 38 mil millones de metros cúbicos anuales de gas
siberiano a China, el principal mercado para el gas ruso en la región Asia -
Pacífico. El
acuerdo "ha alcanzado un alto nivel de preparación", dijo en la misma
entrevista, en la que esbozó las áreas de cooperación con la República Popular:
la energía atómica, el espacio, los productos farmacéuticos, tecnología de la
información, la producción conjunta de un avión para vuelos
intercontinentales y un helicóptero. Se
espera, también,
que dentro de poco "las inversiones totales en el 'Fondo de inversión
conjunta entre Rusia y China (Rcif ) superen los mil millones de dólares",
según lo anunciado en un comunicado del Fondo Ruso de Inversión Directa, que se
centra principalmente en el desarrollo del Extremo Oriente ruso.
Moscú
espera que "la visita constituya una nueva etapa en la asociación global y
cooperación estratégica" entre las dos potencias. Improbable
que las partes no discutan incluso el asunto de Ucrania, no declarado
oficialmente en la agenda. El
propio Putin ha dado a entender que buscará un espaldarazo y la coordinación
con Beijing sobre la delicada cuestión, afirmando que Rusia y China están de
acuerdo en que es " inaceptable" revisar los resultados de la Segunda
Guerra Mundial y continuar "en frustrar los intentos de falsificar la historia
y glorificar el nazismo", acusación que el Kremlin siempre da a las nuevas
autoridades de Kiev.
En
una confirmación del renovado interés hacia el este de Moscú, el líder ruso en
Shanghai también se reunirá con el Presidente de Mongolia, Elbegdorj
Tsakhiagiin, el primer ministro iraquí, al- Maliki y el presidente iraní Hassan
Rouhani.
29/08/2014
09/09/2021 11:24