Punjab, dispara y mata a la hija, porque no quería ayunar en el Ramadán

La víctima se llama Umme Samina y tenía 18 años. Se negaba a ayunar por motivos de salud. Abstenerse de su cumplimiento está permitido por la tradición islámica en varias circunstancias, incluido el motivo que alegaba la muchacha.

Islamabad (AsiaNews/Agencias) – Un pakistaní de la provincia de Punjab mató a su hija porque ella no quería ayunar durante el Ramadán. El hecho ocurrió anoche, en la localidad de 71/D de Malka Hans, perteneciente al distrito de Pakpattan. La víctima se llamaba Umme Samina y tenía 18 años. Según los investigadores, la joven se había negado a observar el ayuno sagrado del islam, por motivos de salud.

La policía de Malka Hans arrestó a Gulzar Ahmed, el padre de Samina. El caso salió a la luz gracias a la denuncia de Mukhtar Ahmed, el tío de la joven. Él contó que su hermano se enfureció porque la hija no lo había despertado para el Sehri, la comida de la mañana que se consume antes de la salida del sol. El asesino es un hombre alcohólico que tiene antecedentes penales, por los cuales ha descontado dos años en prisión. Frente a la negativa de la muchacha de 18 años, el hombre tomó un revólver y le disparó. La joven murió al instante.

El Ramadán, que se inició el 6 de mayo, es el mes sagrado que el islam dedica al ayuno y a la oración. Constituye uno de los cinco pilares (deberes) del islam, junto a la peregrinación a La Meca, la oración canónica, el testimonio de fe y la limosna. Por casi un mes, los musulmanes se abstienen de comer y beber desde el amanecer hasta la puesta de sol; también está prohibido fumar y mantener relaciones sexuales. El Iftar, que interrumpe el ayuno de 24 horas, es la comida principal del día durante este período, y se toma durante la noche.

Según la tradición islámica, todas la personas que ya han pasado la pubertad y gocen de buena salud deben seguir el precepto. Están exentos de cumplirlo aquellas personas con trastornos psicológicos, los niños que aún no han ingresado a la pubertad, los ancianos, enfermos, las personas que viajan y las mujeres encinta, que se encuentren amamantando o que acaban de comenzar el ciclo menstrual.

Si bien no ayunar está permitido en los casos citados, aquellos que no se abstienen de comer y beber durante el Ramadán suelen ser blanco de discriminación e incluso de persecución en la mayoría de los países donde el Islam es la religión de Estado.