Protestas para exigir reformas: ‘¡Que Nursultán no se devore a mi patria!’

de Vladimir Rozanskij

Manifestaciones en varias ciudades -Nursultán, Almaty, Aktobe, Shymkent y Oral. Se exigen las reformas políticas largamente prometidas y la liberación de los presos políticos. La policía acosa a los periodistas, golpea a los manifestantes y realiza detenciones. Los refugiados de Xinjiang también salieron a las calles, y acusaron a Turquía y Kazajistán de ser demasiado sumisos a China y a su represión.

Moscú (AsiaNews) - "¡Nurultan otanymdy jeme! (¡Que Nursultán no se devore a mi patria!)" fue el principal lema que dominó las protestas en varias ciudades de Kazajistán el 28 de febrero pasado (foto 1). Miles de personas se manifestaron en la capital, Nursultán, y en Almaty, Aktobe, Shymkent y Oral (Uralsk), exigiendo que se implementen las reformas políticas largamente debatidas, la liberación de los presos políticos y la condena del "presidente eterno" Nursultan Nazarbayev. Kazajistán se suma así a los numerosos países ex soviéticos azotados por los vientos del cambio, tal como sucede en Bielorrusia, Moldavia y la mismísima Rusia, y en otros países de Asia Central.

En Almaty, la antigua capital, la multitud se reunió en dos puntos de la ciudad: en el palacio de Baluan Sholak -el héroe kazajo del siglo XIX- se concentró un grupo que pretende fundar el Partido Democrático. Allí la policía detuvo a 20 personas. Luego de rodearlas con la táctica del kettling (el "cerco"), los agentes golpearon salvajemente a los manifestantes. Se prohibió a los periodistas el ingreso a la zona, que permaneció cerrada al tráfico, y también se cerró la estación de subterráneo más cercana.

Por otro lado, los partidarios del político exiliado Mukhtar Ablyazov se concentraron en el Parque Central de Cultura y Descanso de Almaty. Se cerró el ingreso al parque, donde la policía detuvo a los que protestaban. Se repitieron los arrestos y la represión masiva. En Nursultán, los manifestantes también fueron rodeados en la zona de la mezquita principal de la ciudad, donde pretendían recordar al activista Dulat Agadil, quien murió en prisión hace un año, en circunstancias oscuras. En otras ciudades la policía también realizó detenciones preventivas e impidió las protestas recurriendo a la violencia (foto 3).

El primero en poner en marcha las iniciativas de protesta fue el activista Maks Bokaev: tras su excarcelación el 4 de febrero, reunió a un grupo en la plaza central de Atyrau, la ciudad donde fue liberado. En varias ciudades se le sumaron otros grupos de la oposición, como los demócratas dirigidos por Janbolat Mamaev y los miembros de la "Opción Democrática de Kazajistán" -dirigida desde el extranjero por Ablyazov- a la que un tribunal kazajo declaró "formación extremista".

Oral (Uralsk) fue la única ciudad donde la protesta fue acordada previamente con las autoridades. En la plaza Manshuk Mametova, el periodista Lukpan Akhmedyarov habló en nombre de los organizadores, pidiendo cambios políticos y la salida definitiva del "dictador Nazarbayev, con su Nur-poder", así como la liberación de todas las personas detenidas por motivos políticos. Entre las reformas que se exigen destaca la libre elección de alcaldes y gobernadores (Akimy) en todos los niveles de la administración.

Entre los grupos que salieron a las calles se cuentan los refugiados de Xinjiang que huyeron de la represión china y temen que haya cambios en las políticas de Turquía y Kazajistán hacia China, dictados por el miedo a ofender a su poderoso vecino (foto 4). El otoño pasado, la concesión de asilo político a dos refugiados, Kayshe Akan y Murager Alimuly, fue recibida como una "feliz sorpresa", según escribió la agencia Eurasianet, pero no hubo una continuidad en ese sentido. De hecho, Akan y Alimuly fueron agredidos el 21 de enero, y la policía justificó su accionar alegando que "ellos intentaban trasladarse a Suiza".