Presidente Aoun: una conferencia sobre 'gobernanza' para salvar al Líbano
Cuando faltan diez meses para concluir su mandato, el jefe de Estado ha pedido una "conferencia para el diálogo nacional". Los dos puntos centrales son las armas de Hezbollah y una especie de federalismo administrativo y fiscal. Para el presidente, lo que está en juego es la unidad del país. Las próximas elecciones parlamentarias serán una especie de referéndum sobre el cambio.
Beirut (AsiaNews) - Para superar el estancamiento que paraliza desde octubre el poder ejecutivo y gran parte de las instituciones, el presidente de la República, Michel Aoun, lanzó ayer - cuando solo faltan diez meses para concluir su mandato- un llamamiento para llevar a cabo un gran taller político y constitucional. Una "conferencia para el diálogo nacional" centrada principalmente en las armas de Hezbollah y la ampliación de la descentralización administrativa y financiera.
Para Aoun, lo que está en juego es la unidad del país y es absolutamente necesario discutir el tema. “Soy responsable de la Constitución y las leyes”, dijo el Presidente de la República y por eso “es mi deber ser franco con el pueblo libanés y decir que debemos seguir siendo un solo país y un solo Estado. Sin embargo, debemos aprender de la experiencia y cambiar la forma en que se aplica la gobernanza para que sea viable para el Estado”.
“Como garante de la Constitución -agregó- hago un llamamiento urgente al diálogo nacional, a fin de llegar a un entendimiento sobre tres temas y luego trabajar en el seno de las instituciones para aplicarlo:
- Ampliación de la descentralización administrativa y financiera
- Estrategia de defensa para proteger al Líbano
- Un plan de recuperación económica y financiera, que incluya las reformas necesarias y un reparto equitativo de las pérdidas”.
El jefe de Estado considera que "la solución pasa por el pacto nacional" de vida común que sancionaron las comunidades cristiana y musulmana en los albores de la independencia y al que no se debe renunciar por ningún motivo. Sin embargo, cree que hay que replantear el Pacto Nacional. “La solución - agrega - pasa al mismo tiempo por una transición hacia un Estado civil y un nuevo sistema, cuyo pilar principal es una descentralización administrativa y financiera ampliada (para algunos una forma de federalismo, ndr). Las próximas elecciones parlamentarias (previstas para el 15 de mayo de 2022) deberían ser una especie de referéndum sobre estos cambios”.
El jefe de Estado interpela luego directamente a Hezbollah, su aliado desde que se firmó el acuerdo de Mar Mikhaël en 2006, por la persistencia del bloqueo político. “La reunión y el inicio de los trabajos del Consejo de Ministros y de todas las instituciones del Estado - dijo - es un primer paso necesario y obligatorio”.
Invocando implícitamente el principio de separación de poderes que sustenta todas las democracias, el presidente exclamó: “¿En nombre de qué sharia […] se suspendería este Consejo de Ministros? ¿Por qué se le pide que tome una decisión que no entra dentro de sus competencias? ¿Por qué se suspenden sus trabajos por una situación que no constituye un problema relacionado con el Pacto Nacional de Vida en Común (base de la Constitución)? ”.
El gobierno se formó en septiembre pero no se reúne desde mediados de octubre debido a las tensiones que surgieron en torno a la investigación de la devastadora explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, que dejó 215 muertos y 6.500 heridos, y destruyó zonas enteras de la capital. .
Los ministros del tándem chiíta Hezbollah-Amal han declarado que seguirán boicoteando las reuniones hasta que se sustituya al juez Tareq Bitar, a cargo de la investigación. Es sabido que este último ha emitido una orden de arresto contra el exministro de Finanzas Ali Hassan Khalil, número dos del movimiento Amal, que las fuerzas de seguridad interna se niegan a ejecutar. El jefe de Estado amplió luego la cuestión a la estrategia de defensa del Líbano contra Israel y cuestionó la existencia de una fuerza paralela cuyo mando sería independiente del ejército nacional.
"Es cierto que la defensa de la patria requiere la colaboración entre el ejército, el pueblo y la resistencia (se refiere a la "resistencia islámica" formada por Hezbollah, ndr), pero la responsabilidad primordial recae en el Estado. De hecho, solo el Estado puede establecer la estrategia de defensa y supervisar su aplicación”, dijo el presidente Aoun.
Por otro lado, el presidente dijo que desea tener buenas relaciones con los países árabes del Golfo, en un momento en que las relaciones se han vuelto más tensas entre Beirut y Riad debido a la creciente influencia de Hezbollah en el Líbano. "Líbano - dijo - debe seguir siendo una encrucijada de diálogo intercultural y no un terreno de conflictos".
Por último Aoun abordó el problema central de la auditoría de las cuentas del Banco del Líbano, que él considera una "condición necesaria para cerrar las cuentas con el pasado y devolver sus derechos y su dinero a los libaneses".
Según el jefe de Estado, el estancamiento político también ha agravado la crisis económica en la que se ha sumido el país desde 2019. Una gran parte de la población acusa a la clase política, que sigue siendo la misma desde hace décadas, de corrupción, incompetencia e inercia. A pesar de la necesidad urgente de implentar reformas, los dirigente persisten en sus rencillas políticas y partidistas, paralizando las instituciones y retrasando negociaciones cruciales con el Fondo Monetario Internacional (FMI).