Prefectura de Kanagawa, encontrados los restos de nueve cadáveres

El asesino, 27 años, confesó. Las investigaciones comenzaron por la desaparición de una mujer joven. Había expresado el deseo de suicidarse. No es el primer caso de deseo de muerte que se concreta en un asesinato.

Tokio (AsiaNews / Agencias) - Se encontraron los restos de nueve personas en el apartamento de Takahiro Shiraishi, 27 años, en Zama, prefectura de Kanagawa. Arrestado hoy, el sospechoso habría cortado los cadáveres antes de colocar los pedazos en cajas y refrigeradores, cubiertos por lo que parece ser arena para gatos.

De las nueve víctimas, ocho son mujeres. Shiraishi confesó a la policía que había desmembrado los cuerpos en su propio baño. Los asesinatos y la sevicia sobre los cadáveres se habrían llevado a cabo entre el 22 de agosto y el 30 de octubre.

La policía comenzó las investigaciones el 24 de octubre, cuando un hombre denunció la desaparición de su hermana menor. No pudo contactarla desde el 21 de octubre. La joven, de 23 años, residente en Hachioji (oeste de Tokio), había escrito en twitter: "Quiero morir, pero hacerlo sola es terrible". Estoy buscando a alguien que muera conmigo". La muchacha había intercambiado mensajes con Shiraishi en un sitio de suicidio. Las cámaras de las estaciones de JR Hachioji y Sobudaimae (en la línea Odakyu) mostraron a la joven con el asesino. Shiraishi mismo dijo que la primera vez que la vio fue cuando la mató. Se cree que su cuerpo está entre los nueve encontrados.

El edificio donde se realizó el descubrimiento macabro es de dos pisos, tiene 12 unidades y se encuentra cerca de la estación de Sobudaime. Uno de los residentes declaró que el asesino se había mudado solo dos meses antes, y que desde entonces del apartamento se había sentido un olor desagradable.

No es la primera vez que ocurren homicidios como resultado de intercambios de mensajes suicidas. La Prefectura de Policía de Osaka en 2005 detuvo a un hombre por matar a una mujer de 25 años, un niño de 14 años de edad y un estudiante de 21. A todos se había ofrecido a matarlos con briquetas de carbón.

Aunque en caída, la alta tasa de suicidios en Japón es un problema muy sentido y sigue siendo el más alto entre los países del G7.