Phnom Penh: la victoria de Hun Sen se da por descontada; su hijo asumiría el mando
Todavía no se han dado a conocer cifras sobre el número de escaños obtenidos por el Partido Popular Camboyano, pero es probable que el gobierno siga controlando la Asamblea Nacional. Se aguarda el anuncio del traspaso de poder a Hun Manet, el comandante del ejército de 45 años (que estudió en Occidente).
Phnom Penh (AsiaNews) - La victoria del Partido Popular Camboyano en las elecciones de ayer estaba cantada: las declaraciones del primer ministro Hun Sen no dejan lugar a dudas. Sin embargo, todavía no se han hecho públicas las cifras de los comicios que apuntan a la renovación de la Asamblea Nacional. El único dato informado es la participación, que fue del 84%. El primer ministro señaló que aún había ciertas diferencias y declaró que se identificará y perseguirá a quienes hayan anulado papeletas.
En los últimos meses, Hun Sen proscribió al principal partido de la oposición y suprimió cualquier crítica al gobierno. Su partido actualmente controla los 125 escaños de la Asamblea Nacional, desde las elecciones anteriores. Ahora es difícil imaginar una perspectiva diferente: a estas alturas, se esperan noticias sobre el futuro del premier. En su juventud, el actual primer ministro fue activista de los Jemeres Rojos y posteriormente, en 1975, Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno instalado por los vietnamitas -que habían obligado a esconderse a los responsables del genocidio camboyano. Finalmente en 1985 asumió por primera vez el gobierno -siendo el premier más joven del mundo- para no abandonarlo nunca más.
La expectativa se centra en la transición del poder: el primer ministro, hoy de 70 años, anunció tres días antes de la votación que traspasará el mando a su hijo mayor, Hun Manet. Se trata del comandante del ejército y de los servicios antiterroristas (cursó estudios de Economía en los Estados Unidos y el Reino Unido, y obtuvo su diploma en la academia militar de West Point). El militar de 45 años sin lugar a dudas ha ganado un escaño y podría ser bien recibido en el extranjero si, una vez inaugurada la nueva Asamblea, su padre le nombrara oficialmente su sucesor y anunciara su candidatura para dirigir el nuevo gobierno. Sería sin duda una señal positiva con vistas a mejorar las relaciones con Occidente. En particular con Washington, que no oculta su malestar por la convergencia entre Phnom Penh y Beijing y que sigue de cerca las obras de ampliación de la base naval de Ream porque otorgaría a la marina china el acceso al golfo de Tailandia.
A través de los años, Hun Sen ha sabido construir un sistema de control basado en la lealtad a su persona y en la represión generalizada de los partidos políticos y sociales críticos con la gestión autoritaria. De esta forma, el Partido Popular Camboyano devino el único protagonista del escenario político, sin otra alternativa. Las críticas internacionales a su régimen han sido constantes. No obstante, la protección de China evitó que Camboya recibiera sanciones y convirtió al pequeño país del sudeste asiático no sólo en un aliado, sino también en una zona franca donde abundan los delitos transnacionales. desde la explotación de seres humanos a la ciberdelincuencia.
El país goza de un relativo bienestar, adquirido mediante la venta de intereses y recursos naturales a figuras leales a Hun Sen y a países extranjeros. Sin embargo, las cifras de distribución de riqueza están entre las peores de Asia: persisten focos de pobreza y se multiplican las violaciones de los derechos humanos.
20/03/2023 15:39
21/07/2023 14:52