Phan Thiết, católicos festejan el Año Nuevo con las familias pobres
En el país hay dos millones de familias indigentes. El 11% de la población vive con un ingreso mensual que no supera los 15 dólares estadounidenses. Las iniciativas en la diócesis de Phan Thiết y en la arquidiócesis de Huế están dirigidas a católicos y no católicos. Budista: “Son gestos de amor y compasión, acciones que nos alientan en la vida”.
Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Los festejos por el Año Nuevo lunar (Tết), que este año coinciden con el tiempo de Cuaresma, son, para los católicos vietnamitas, una ocasión para desarrollar actividades sociales e iniciativas de caridad en favor de los últimos.
La parroquia de St. Paul, en la diócesis de Phan Thiết (que está bajo la jurisdicción de Ho Chi Minh City) ha organizado el programa “Año nuevo lunar de amor”, a través de la cual se ocupa de las familias pobres, de los niños y de los ancianos que se encuentran solos, además de los enfermos, prescindiendo de cuál sea su religión. Gracias a la ayuda de algunas monjas Amantes de la Santa Cruz, el vicario y el comité pastoral de St. Paul asisten a los más necesitados de la comunidad local, tanto dentro como fuera de la parroquia.
También en la misma diócesis de Phan Thiết, los fieles de la iglesia de Điền Thôn (distrito de Hữu Lễ) han alistado las instalaciones de la parroquia para dar lugar a la iniciativa “Tết para los pobres”, destinada a las familias católicas y no-católicas. Un voluntario de Caritas parroquial cuenta a AsiaNews: “El vicario Joseph Nguyễn Văn Hiệu y los fieles sostienen a personas que viven en circunstancias realmente difíciles, en la densidad del bosque o en territorios remotos, ayudándolos a que pasen un alegre Tết. Nuestra esperanza es que éste sea un medio para llevar a todos el amor de Jesús”.
El 15 de febrero pasado, en el centro pastoral de Huế (Vietnam central), Mons. Joseph Nguyễn Chí Linh y la oficina de Caritas de la arquidiócesis entregaron regalos a las familias pobres del lugar. En esta región, los católicos son una minoría muy pequeña, que apenas supera el 4%. El Sr. Liên, budista practicante, expresa su alegría: “Mis niños y yo estamos muy felices de recibir estos regalos por el Nuevo año. Estos son gestos de amor y compasión, acciones que nos alientan en la vida”. Mons. Nguyễn Chí Linh describió a los presentes algunos aspectos del cristianismo, así como el motivo del encuentro, al afirmar: “Jesús no ha enseñado que hay que saber amar a todos”.
En todo el país, miles de familias pobres transcurren las jornadas en los márgenes de las ciudades, dedicadas a actividades de “miếng cơm manh áo” (búsqueda de comida y de ropa para niños). Según un estudio llevado a cabo por el Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos sociales (MOLISA), en 2016 Vietnam contaba con dos millones de familias pobres, es decir, el 11% de la población. Se trata de núcleos familiares que ganan, como máximo, 15 dólares estadounidenses por mes.