Periódico israelí: la policía utilizó el spyware Pegasus contra Netanyahu
El principal objetivo fue espiar al hijo del ex primer ministro y a algunos colaboradores cercanos, pero también a periodistas, empresarios y personalidades institucionales. Las tareas de espionaje se llevaron a cabo sin una orden de la justicia. La condena del presidente y del gobierno israelí. Para la Ministra del Interior, el asunto es comparable a un "terremoto".
Jerusalén (AsiaNews) - La policía israelí utilizó el spyware Pegasus de la empresa informática NSO Group para rastrear y vigilar los smartphones de personalidades públicas de primera línea; entre las personas afectadas hay periodistas de investigación, líderes y activistas, empleados del gobierno y personas cercanas al ex primer ministro Benjamín Netanyahu, incluidos algunos estrechos colaboradores y su hijo. En la segunda parte del informe publicado hoy, el diario económico israelí Calcalist revela que la herramienta de hacking se utilizó contra una docena de personas sin la autorización específica de un tribunal y que las tareas de espionaje se prolongaron por varios años.
Según la investigación, la policía intervino decenas de teléfonos de personas que no estaban siendo investigadas ni acusadas de presuntos delitos. Entre los afectados figuran quien se desempeñaba entonces como Director General de Finanzas, además de los Ministros de las carteras de Justicia, Comunicaciones y Transporte. También quedaron bajo la mira el empresario Rami Levy, el ex director general de Walla Ilan Yeshua, uno de los testigos clave en la investigación contra Netanyahu, y uno de los hijos del ex primer ministro (Avner), así como sus colaboradores Topaz Luk y Yonatan Urich.
El programa espía Pegasus permite a sus operadores acceder de manera remota a los teléfonos infectados por el software. Este spyware, que se vende a agencias de inteligencia y cuerpos de seguridad de todo el mundo, aprovecha las vulnerabilidades de seguridad de los sistemas operativos Android y iPhone para acceder al contenido de los dispositivos, desde mensajes hasta fotos. El programa también permite activar a distancia la cámara y el micrófono del teléfono sin que la víctima lo sepa.
El ministro de Seguridad Pública de Israel, Omer Bar-Lev, dispuso la creación de una comisión de investigación a cargo del caso, que desató la condena e indignación unánime de los parlamentarios. El propio primer ministro Naftali Bennett prometió esclarecer el escándalo, que corre el riesgo de agravar el enfrentamiento político e institucional en un país marcado por los escándalos, las sospechas y las profundas desavenencias internas.
Tras la publicación del informe, la policía israelí dio a entender que había utilizado de manera indebida el programa de espionaje, una práctica habitual durante el mandato del ex jefe de policía Roni Alsheich, ex vice jefe del Shin Bet (el servicio de inteligencia interno). Las sospechas también recaen sobre quien entonces se desempeñaba como jefe del departamento de información de la policía, Yosef Kahlon.
La investigación publicada por Calcalist generó polémicas y tomas de posición durísimas entre los más altos funcionarios del Estado judío. En una conferencia de prensa celebrada esta mañana, el presidente Isaac Herzog pidió una "investigación exhaustiva". “No podemos perder nuestra democracia", añadió el Jefe de Estado, "no podemos perder a nuestra policía y no podemos perder el apoyo de la opinión pública a la fuerza policial". La ministra del Interior, Ayelet Shaked, dijo que, de ser cierto, el informe equivalía a un "terremoto" con acciones "propias de los regímenes opresivos de hace un siglo".