Paul Bhatti: 'La sentencia contra Jaranwala es el resultado de una ideología enferma
Desde Trieste, donde ofreció su testimonio eb la Semana social de los católicos italianos, el hermano de Shahbaz Bhatti, ministro de las minorías asesinado en 2011, comenta la sentencia que en los últimos días ha reabierto en la comunidad cristiana de Pakistán la herida de las leyes contra la blasfemia: "Que el gobierno diga con claridad que nadie puede enseñar a una persona a matar o morir en nombre de la religión".
Trieste (AsiaNews)- Cuando fue asesinado en marzo de 2011, en Islamabad, los grandes del mundo no escatimaron palabras para honrar la memoria y el compromiso de Shahbaz Bhatti. A su funeral acudieron 10.000 personas en Khushpur. El político católico que desde 2008 había sido el primero en ocupar el cargo de ministro de las Minorías de Pakistán, para Paul Bhatti - médico radicado desde hace años en Treviso, en el noreste de Italia - era simplemente "mi hermano". En una abarrotada plaza Giuseppe Verdi, introducido por la presentadora Lorena Bianchetti, contó su historia el 5 de julio en el contexto de los actos organizados con motivo de la 50ª Semana Social de los católicos en Italia, que concluyó ayer con la visita del Papa Francisco.
También ha sido un diálogo significativo a la luz de la herida abierta estos últimos días en la comunidad cristiana de Pakistán por la sentencia sobre la violencia cometida el pasado mes de agosto contra la comunidad cristiana de Jaranwala, en Punjab. Los atacantes siguen impunes y así lo confirma la reciente decisión del juez Ziaullah Khan, del tribunal antiterrorista local de Sahiwal, quien culpó a un joven cristiano de 22 años. Episodios como éste muestran hasta qué punto sigue vigente la importancia del legado de Shahbaz Bhatti, llamando la atención sobre la ley de blasfemia que tan a menudo se utiliza para acosar a las minorías. “Este clima todavía persiste porque se basa en una ideología que nace de la educación - dijo a AsiaNews Paul Bhatti al finalizar el encuentro -. Más del 50 por ciento de la población es analfabeta; están entrenados para matar y morir. Entonces alguien los usa como instrumentos".
Después de la muerte de Shabhaz, Paul Bhatti continuó la obra de su hermano durante un tiempo, convirtiéndose en asesor especial del Primer Ministro Gilani en el mismo ministerio, que adoptó el nombre de Armonía Nacional en julio de 2011. “Pero debería haber una estabilidad política que conduzca a verdaderas reformas - prosiguió -. Por ejemplo, con la colaboración de amigos musulmanes promovimos una ley para proteger a los cristianos (alrededor del 1,6% de la población, ndr.)".
Bhatti propone ciertas intervenciones para evitar las condenas generalizadas "del pueblo", que movilizan a miles de personas contra pequeñas comunidades, enardecidas por acusaciones falsas, sin que la policía intervenga en ningún momento. “En primer lugar, se debería garantizar la seguridad y la protección, para que no haya más víctimas en el futuro. Sería necesario contar con una fuerza militar que intervenga eficazmente”, explica Paul Bhatti a AsiaNews. “También hay que garantizar penas para aquellos que abusen de la ley sobre la blasfemia. Debería declararse oficialmente que nadie puede enseñar a una persona a matar o morir en nombre de la religión". Sobre esto, pocos minutos antes, en el diálogo público en Trieste, había afirmado que "los extremistas, los fanáticos que hacen justicia por su propia mano, no creo que pertenezcan a ninguna religión". Shahbaz Bhatti fue víctima de esa ideología extremista que cuestionaba su aversión por la ley sobre la blasfemia.
Paul Bhatti también contó sobre la intimidad de una relación fraterna vivida a distancia, entre Italia y Pakistán. “Conocía a Shahbaz como un hermano menor, no lo conocía como una persona que dedicó su vida a Pakistán, que trató de unir las distintas religiones, que trató de eliminar el odio del país”, confió. Cuando volvió apresuradamente a Pakistán para el funeral y vio una impresionante y variada participación popular, se entrevistó con el presidente de Pakistán, Zardari, marido de Benazir Bhutto, primera ministra víctima de un ataque suicida en 2007. Allí nació la decisión de no retirarse, porque de lo contrario “no habrá nadie que lleve adelante esta unidad, este diálogo, esta fuerza, contra una ideología que debemos eliminar. La misión de Shahbaz debe continuar”, dijo ante más de 500 personas en el evento de la Semana Social.
En el diálogo en Piazza Verdi también se recordó el compromiso de Shahbaz Bhatti para mejorar las condiciones de detención de Asia Bibi, una joven cristiana condenada a muerte por blasfemia. "En primer lugar, Shahbaz estaba convencido, independientemente de si esta ley era justa o equivocada, de que ella no había cometido ese delito", afirmó Paul, y recordó que hay muchos casos similares. Cuando Shahbaz fue nombrado ministro, las amenazas dirigidas contra él se intensificaron, sobre todo después del asesinato de Salman Taseer, gobernador musulmán de Punjab, que también estaba comprometido en la defensa de Asia Bibi. “Además de este amor por Pakistán, Shahbaz tenía una fe fuerte. En su testamento espiritual dice que se sentiría afortunado si en esta batalla Jesús aceptara el sacrificio de su vida”, añadió.
La Biblia de Shahbaz Bhatti se encuentra actualmente en Roma, en la basílica de San Bartolomeo all'Isola, dedicada a los "nuevos mártires". Y se espera que en un tiempo no muy lejano también concluya el proceso de beatificación por martirio in odium fidei, promovido por la arquidiócesis de Islamabad. Pero es un largo camino. "Es necesario que las personas presenten su testimonio, que debe quedar registrado", comenta a AsiaNews Paul Bhatti. Pero la esperanza es muy grande.
13/08/2019 12:44