Patriarca maronita: En Tierra santa para "recibir", no acompañar al Papa Francisco
Beirut (AsiaNews)- El presidente de la Autoridad palestina Mahamud Abbas saluda la visita del patriarca maronita Béchara Rai a Jerusalén y a Tierra Santa, poniendo fin a una "vergonzosa" campaña promovida por dos periódicos libaneses cercanos a Siria, Irán y Hezbollah. Dando la bienvenida personalmente al jefe de la Iglesia maronita, Abu Mazen subraya que "esta visita traerá una contribución importante a la conservación y a la manutención del carácter árabe de Jerusalén y de Palestina". El líder de la Anp tuvo un coloquio telefónico con el Card. Rai, reafirmando que él "es bienvenido en vuestra segunda patria, la Palestina" y que el viaje es una cuestión religiosa, no política y "no representa en ningún modo una normalización de las relaciones con Israel".
"Nuestra presencia en Tierra Santa es precedente a la existencia de Israel. Voy a Jerusalén para decir que esta ciudad es nuestra, y que la Iglesia maronita está presente en el lugar con una comunidad de fieles. Y voy como una persona que vuelve a su familia, para encontrar a sus queridos. Ninguno puede permitirse decirme lo que debo hacer". Es cuánto afirmó en la noche del 6 de mayo pasado el Patriarca maronita, card. Béchara Rai, a su retorno de un viaje por Europa, donde entre otras cosas asistió a la ceremonia de canonización de los Papas S. Juan XXIII y Juan Pablo II y también participó al primer encuentro de los Jóvenes maronitas europeos en Pontamain, en Francia.
Objeto de una campaña orquestada por ambientes cercanos a Siria y a Hezbollah, que tratan de disuadirlo- con el pretexto que sería un paso hacia la "normalización" de las relaciones con el estado hebreo- de ir a Tierra Santa en ocasión del viaje apostólico del Papa Francisco que será del 24 al 28 de mayo, el Patriarca respondió con vehemencia durante un breve coloquio en la Sala de honor del aeropuerto de Bairut.
El cardenal quiso precisar que "yo no acompaño de hecho al Santo Padre, lo recibo". El Papa Francisco viene a verme a mí y es mi preciso deber recibirlo. La mía no es una posición política; sino más bien una actitud pastoral. Quien se sienta inquieto y preocupado- agregó- por mi conducta, puede también hacer a menos de venir a Bkerké". Y de paso: "Estoy disgustado si todo esto contraria a alguno, pero es inaceptable que se me diga lo que debo o no hacer, si debo aceptar o rechazar".
"Ninguno más que yo- replicó el Patriarca a cuántos consideran que su elección pueda violar las leyes del Líbano- respeta al estado libanés y su soberanía. ¡Y yo lo hago mejor que muchos otros!" "Yo no cultivo relaciones personales con Israel" precisó con insistencia el Patriarca. "Yo voy en visita pastoral a Jerusalén y a Tierra Santa, y he declarado en modo bien explícito que no deseo encontrar a ningún funcionario público o encargado institucional". "Más bien, en Belén, junto al presidente Mahmoud Abbas, me dirigirá al pueblo palestino para decirle: "Tienen todo el derecho de pedir un Estado vuestro, Belén les pertenece".
"Lucho por una causa y estoy en grado de defenderla" concluyó el Patriarca. "La Tierra Santa- explica- existe antes que naciese el estado de Israel". ¿Me pueden impedir visitar a mi pueblo? Yendo a Tierra Santa, voy a estar con los míos y es mi derecho hacerlo, mi cargo patriarcal me obligado a visitarla cada 5 años. Recuerden que en Tierra Santa, según un trazo precedente a la guerra de 1967, la Iglesia maronita poseía 2 diócesis: la primera comprendía Jerusalén, la Palestina y Jordania, la segunda en territorio israelí y comprendía la Galilea"