Patriarca de Bagdad: los cristianos iraquíes, sean fieles al Evangelio en su tierra
Bagdad (AsiaNews) - Al igual que sus padres,
los cristianos iraquíes hoy están llamados a "ser
fieles" a Cristo y a su tierra,
porque "no es sólo polvo", sino un factor de "identidad, lengua y costumbres"
e incluso "las tradiciones, la historia, la memoria y la autenticidad.
¡La tierra es sagrada!". Este
es uno de los pasajes más significativos de la carta enviada a
la comunidad cristiana de Irak por el patriarca caldeo Mar Louis Raphael I Sako. En el texto enviado a AsiaNews, Su Beatitud recuerda extensos
pasajes de los Evangelios y, en particular, aquel de Juan en el cual destaca que el Cristo
resucitado "vive" y
actua en la Iglesia y en el mundo
y guía "nuestros pasos".
El Patriarca tiene
la intención de transmitir un mensaje
de esperanza a la minoría
perseguida, víctimas de abusos,
violencia y persecución por parte de
las milicias del
Estado Islámico. En los últimos días,
los terroristas han destruido otro símbolo de la presencia cristiana milenaria en el país árabe, arrasando la verde iglesia de Tikrit
(hoy una mezquita); los yihadistas han colocado los explosivos en el
interior, y luego detonaron las
cargas.
Frente a una lógica de la muerte y la devastación, Mar Sako
recuerda que "la fe es un viaje
hacia la luz", capaz de "señalar
el camino" y para traer alegría,
incluso en los momentos más oscuros, ya
que "la paz es el futuro" y para todo vale la
perspectiva de la resurrección, como
recuerda San Pablo. "La fe, por pobre que sea - dice el Patriarca
Caldeo - ayuda a liberarnos de nosotros mismos y de nuestro pasado, de nuestro miedo y nuestra lógica" limitada, para "hacernos volver a la
lógica de Dios" que se ve y
promete el futuro.
"La fe es como el amor - continúa su Beatitud
- es una profunda lealtad a las cosas
que van más allá de los problemas y las dificultades". Crece
y cambia, y está
"centrada en el don" y no "conserva las cosas", sino que como
una lámpara "se consume y se transforma en luz y alegría que ilumina nuestra noche".
Mar Sako no se
olvida de los problemas que "amenazan con desestabilizar"
la presencia cristiana en Irak y teme por el futuro de la Iglesia local; frente
a un éxodo masivo, que señala que los que han permanecido permanecen "firmes y fuertes en nuestra vocación".
La misión de la comunidad cristiana - la
presencia milenaria en el país,
una fuente de riqueza, la cultura y el
pluralismo - es "llevar
el evangelio de la alegría y la esperanza a todos los aspectos
más destacados de nuestros hermanos" subraya el
Patriarca de Bagdad. Y no guarda
agujeros de tonos en contra de aquellos, entre los laicos
y los sacerdotes, que afirman que "no hay futuro para nosotros en Irak."
Por último, se les insta a seguir el Espíritu que "ayuda
a escuchar la palabra de Dios"
y para "poner en práctica" en todos los aspectos
de la vida diaria. Sólo a través de la fe, advierte, "se puede ver la obra del Espíritu
Santo y de Cristo que redime nuestras vidas". Como se ha dicho en repetidas ocasiones
por San Juan, la vida
de los fieles "no es fácil" y "siempre hay nuevos desafíos que debemos enfrentar con coraje y confianza." "Necesitamos que el
Espíritu - termina
mar Sako -
para elevar nuestra moral y ser consolada, porque
somos pobres ante la violencia y
la injusticia de este mundo".
17/12/2016 13:14