Patriarca caldeo: El futuro de los cristianos iraquíes pasa por la Llanura de Nínive

de Louis Raphael Sako*

Para el Adviento, el Card. Sako pide rezar por Irak y por la provincia septentrional, cuna del cristianismo en el país. Y dirigiéndose a todos los que huyeron en los últimos años, hace un llamamiento: regresen, para reconstruirla y poder “vivir felices y en paz”. La necesidad de un “plan global” de desarrollo, que comience por la Salud.

Bagdad (AsiaNews) - En este período de Adviento “quiero exhortar a los fieles del mundo a rezar por Irak”, y sobre todo, “por la Llanura de Ninive”, ya que por aquí pasa “el futuro de los cristianos” en esta tierra. Son las palabras de un llamamiento recibido por AsiaNews, enviado por el patriarca caldeo, el Card Louis Raphael Sako. Él les pide regresar “a todos los que así lo deseen, para reconstruir y vivir felices y en paz”.

En el pasado reciente, el purpurado ya había subrayado que es un deber “humanitario, moral y nacional” que el gobierno iraquí, y toda la población, sostengan la supervivencia y la permanencia de los cristianos en la Llanura, por ser parte integrante del tejido social de la nación. Una región que es considerada la “cuna” de los cristianos iraquíes, que primero fue atormentada por los yihadistas del Estado Islámico (EI, ex ISIS) y que hoy sufre la amenaza de las milicias yihadistas y los grupos combatientes.

Las palabras del primado caldeo llegan en un momento sumamente delicado para el país, que desde el primero de octubre es escenario de un vasto movimiento de protesta contra el gobierno y las autoridades, acusadas de corrupción, negocios sucios y mal desempeño, que han empujado a la pobreza a gran parte de la población, disparando los niveles de desocupación, principalmente entre los jóvenes. Las protestas fueron reprimidas enérgicamente por la policía y culminaron con la renuncia del premier Adel Abdul Mahdi. Sin embargo, los manifestantes - sin distinciones étnicas, confesionales ni religiosas - aspiran a la caída de toda la clase política. La mano férrea de la policía se recrudeció a fines de noviembre, luego del doble asalto al consulado iraní en Najaf, que provocó la muerte de 450 personas y cerca de 20.000 heridos.

A continuación, el llamamiento del patriarca caldeo por la Llanura de Nínive:

En la vigilia de dos festividades importantes para la Llanura de Nínive - Santa Bárbara y San Benham -, quiero agradecer a todas las comunidades, asociaciones humanitarias ligadas a las Iglesias y a las ONGs que han dedicado su energía y compromiso para permitir que los cristianos pudieran regresar a la región. Un lugar que además, es su cuna histórica.

Sea que provengamos de las montañas del norte de Irak, o que vivamos en el centro de Bagdad, y lo mismo vale para el sur, en Bassora, cada uno de nosotros - los cristianos de Irak - hunde sus raíces en la Llanura de Nínive. Aún siento dolor cuando recuerdo el éxodo desatado por el ataque de las milicias yihadistas del Estado Islámico (EI, ex ISIS) en el 2014, que empujó a los cristianos a abandonar sus hogares. Y cuando se produjo la liberación de los territorios que habían estado bajo el yugo de Daesh, [acrónimo árabe para el EI], el hallazgo de la destrucción y los saqueos perpetrados en casas, iglesias y escuelas, etc.

En cada uno de estos momento de prueba, hemos podido contar con el sostén concreto de fieles y benefactores de varias partes del mundo.

Hoy, a dos años de la liberación de Daesh, la Llanura de Nínive siempre necesita de la ayuda de nuestros hermanos y hermanas, que ruegan por nosotros y trabajan para darnos una mano. Y es por eso que hoy estoy aquí, para pedir algo a todos ustedes, a las ONG, a las realidades sociales, a los institutos eclesiásticos, a las iglesias, comunidades y gobiernos occidentales. Aún necesitamos de su ayuda, para que todas las personas de la Llanura de Nínive - que así lo deseen - puedan permanecer en sus casas, y para que cuantos tuvieron que desplazarse y huir puedan regresar a la Llanura y vivir dignamente, a sabiendas de que la derrota del ISIS en la región no significa que ya no se deba asistir a los habitantes o dejar de acudir en su auxilio.

Muy por el contrario, hay una necesidad fundamental de ayudar a nuestros jóvenes, para que puedan reconstruir un futuro, para que puedan encontrar trabajo en su suelo patrio, en su tierra, la Llanura de Nínive. Para que las familias puedan sobrevivir y restablecerse en el área, se necesita especialmente un plan global, dedicado al sector de la Salud: una red de servicios que van desde pequeñas clínicas, llegando a algunos hospitales. Me dirijo a todos los “actores” en juego, para que puedan operar, especialmente para restablecer la vida en la Llanura de Nínive, sosteniendo y acompañando a los que deseen regresar. Y además, alentando proyectos agrícolas locales, el comercio y los establecimientos, entre otros. Esta meta puede ser alcanzada entablando una colaboración con los obispos de Mosul y de la Llanura de Nínive y con sus equipos. Además, cabe la pena recordar que los caldeos tienen un nuevo obispo de Mosul y Akra, que actualmente reside en la localidad de Karamles.

Hoy, al iniciarse el período de Adviento, quiero exhortar a todos los cristianos del mundo a rezar por Irak y muy especialmente, por la Llanura de Nínive. Oh, Jesucristo, da fuerza a todos aquellos que tienen el deseo de volver, que quieren reconstruirla y vivir felices y en paz en esta hermosa llanura de Nínive. Porque el futuro de los cristianos iraquíes pasa por la Llanura de Nínive”.

* Patriarca caldeo de Bagdad y presidente de la Conferencia episcopal iraquí