Patriarca Laham: No olvidamos, y rogamos por los obispos secuestrados
Hace tres años que no se tienen noticias de Mons. Yohanna Ibrahim, sirio-ortodoxo, y de Mons. Boulos Yaziji, ortodoxo griego, de Alepo. Gregorio III: es imposible tener noticias certeras; se requiere un esfuerzo común por la paz. El augurio es que “su destino y su sufrimiento” sean “un signo de lo que advendrá”.
Damasco (AsiaNews) - La comunidad cristiana en Siria “no ha olvidado” a sus obispos, porque “cada vez que se tiene una oración común se habla de ellos, se piensa en ellos”. En los últimos días “se tuvo una celebración en Beirut” y lo mismo ocurrirá hoy “en la sede del patriarcado ortodoxo griego”, que también será en la capital libanesa. Es cuanto afirma a AsiaNews el patriarca melquita Gregorio III Laham, comentando los tres años transcurridos desde el secuestro de Mons. Yohanna Ibrahim y Mons. Boulos Yazij en Alepo, en el norte de Siria.
Desde el 22 de abril de 2013 que no se tienen noticias de los dos prelados de las iglesias siro-ortodoxa y greco-ortodoxa, cuya suerte ha quedado envuelta en el misterio más impenetrable. Un secuestro “anómalo”, al cual no siguieron reivindicaciones ni tratativas concretas para obtener su liberación. Un duro golpe a estas Iglesias de Oriente, que siempre han sido símbolo del diálogo interreligioso, de enriquecimiento espiritual e intelectual para la región.
Mons. Yohanna Ibrahim, obispo de la diócesis sirio-ortodoxa de Alepo, y Mons. Boulos Yaziji, arzobispo de la diócesis ortodoxa griega de la ciudad, fueron raptados poco antes de las 6 de la tarde en la localidad de Kafr Dael, a aproximadamente 10 km de Alepo. Según algunos testigos, los dos prelados estaban tratando de obtener la liberación de dos sacerdotes, el Padre Michel Kayyal (católico armenio) y el Padre Maher Mahfouz (ortodoxo griego), secuestrados en febrero del mismo año.
Al llegar ellos a un puesto de bloqueo de las milicias rebeldes, se acercaron al auto en que viajaban los dos obispos algunos hombres armados, quizás yihadistas chechenos, que dispararon contra el vehículo, matando al diácono que conducía y secuestrando a los prelados.
A partir de los testimonios recogidos en las horas posteriores al secuestro, surgió que el grupo estaba compuesto por extranjeros que no hablaban árabe. Sin embargo, desde aquél momento hubo un silencio total sobre el caso, ningún grupo reivindicó el gesto, y hasta hoy no ha sido posible saber siquiera si los dos obispos metropolitas de Alepo siguen aún con vida.
Por eso, la Iglesia sirio ortodoxa y la Iglesia ortodoxa griega organizaron un encuentro de oración titulado “Nosotros no olvidamos”, que se llevó a cabo el 19 de abril pasado en Beirut, con el objetivo de mantener vivo su recuerdo. En la celebración participaron personalidades políticas y religiosas del Líbano y Medio Oriente. Entre ellas, estuvieron Habib Ephrem, presidente de la Liga Siria, quien afirmó que “este secuestro no resulta de interés para nadie”. Más duro aún estuvo el ex ministro Faycal Karamé, para quien el rapto es “un acto premeditado”, un “mensaje” a los cristianos para decirles que han de “abandonar la región” y tras el cual estaría “la mano de Israel”, no obstante los autores materiales serían grupos extremistas musulmanes.
Entrevistado por AsiaNews, Gregorio II, sirio, patriarca de Antioquía y de todo Oriente, confirma que “hace tres años que no se sabe nada de ellos”, y hasta ahora, ninguna noticia que haya circulado “tiene un fundamento, no hay comunicaciones verdaderas o verosímiles en relación a su suerte”. Es “imposible”, confirma, tener “noticias certeras”.
“Lo que podemos hacer –prosigue el prelado- es renovar el llamado a la oración, para que haya una movilización general, internacional por la paz en Siria”. El augurio, agrega, “es que su destino y su sufrimiento sean un reclamo, un llamado al mundo por la paz. Que estos dos mártires sean un signo de lo que advendrá, una cruz en el camino del pueblo sirio”.
El patriarca melquita afirma con fuerza que Mons. Yohanna Ibrahim y Mons. Boulos Yaziji “no son olvidados” y que “cada vez que se reza en común, se habla de ellos”.
Desde siempre mostrándose crítico de la intervención de las potencias occidentales (y regionales), primero en Irak y luego en Siria, que han exacerbado el conflicto, Gregorio III auspicia que “el mundo se interese en esta cuestión, que se ocupe de la crisis siria, del drama de los fieles y del pueblo en su totalidad”. Espero que esta fecha que recordamos, concluye, “pueda lanzar un llamado por la paz. Se requiere de una alianza universal por la paz, no estadounidense, árabe, rusa. Se precisa buena voluntad para hacer progresar los coloquios, y hallar un punto en común. En cambio, está quien ataca, quien quiere el caos, para alimentar el supermercado del dinero, de los intereses, de las armas… ¡Con la guerra, hay alguien que obtiene ganancias!
17/12/2016 13:14