París, el terrorismo con martillo en el atrio de Notre Dame
Farid Ikken, de unos 40 años y de origen argelino, trató de atacar a un policía con un martillo. En sus bolsillos también llevaba cuchillos de cocina. Cientos de fieles y turistas quedaron paralizados en la catedral. Olivier Roy: Los nuevos terroristas de Daesh con perdedores, marginados, desarraigados.
París (AsiaNews) – Un hombre de unos cuarenta años, que se autodefine como “un soldado del Estado islámico (EI)” atacó, en la tarde de ayer, a un policía frente a la catedral de Notre Dame. Sus armas: un martillo y cuchillos de cocina, que llevaba en los bolsillos. El policía sufrió un golpe que no reviste gravedad, y un colega suyo le disparó al asaltante, hiriéndolo en las piernas. En el momento de la agresión, el atacante había gritado: “Es por Siria”. Ahora, se encuentra en el hospital.
Cientos de visitantes y fieles colmaban la catedral al momento de producirse el incidente. Todos fueron obligados a permanecer en la iglesia, mientras la policía inspeccionaba la posible presencia de compañeros del atacante. La catedral de Notre Dame, situada en el centro de París, es uno de los monumentos más visitados, con cerca de 13 millones de personas al año. La misma también es un símbolo que resulta atractivo para el terrorismo. En 2016, las autoridades francesas lograron desmantelar un comando de mujeres yihadistas que preparaban un atentado con un auto-bomba en un lugar no muy distante de Notre Dame.
El atacante de Notre Dame fue identificado como Farid Ikken, de origen argelino, nacido en 1977 y llegado a Francia en marzo de 2014. Se desempeña como investigador en la Universidad de Lorraine y está graduado en sociología.
Casado con una sueca, en su apartamento fue encontrado un video en el cual jura fidelidad al ISIS y promete llevar a cabo atentados.
El ministro del Interior, Gérard Collomb, hablando con la prensa, declaró que “ya hemos pasado de un terrorismo sofisticado a un terrorismo en el cual, para cometer agresiones, pueden servirse de cualquier herramienta”.
En los últimos meses, Ikken estaba viviendo en la residencia universitaria de Cergy-Pontoise. Las personas que lo conocen dicen que él “era muy gentil, dedicado, tranquilo, educado”. Vivía su religión islámica de un modo riguroso, pero no se lo conocía como alguien radical.
Las fuerzas del orden han quedado sorprendidas por el uso del martillo como una nueva arma de ataque, utilizada contra un policía armado con pistola.
Según el politólogo Olivier Roy, el identikit de los nuevos terroristas de Daesh está formado por “perdedores, marginados, desarraigados”. La falta de kamikazes más profesionales y más preparados desde el punto de vista ideológico, se debe al cerco sofocante que se ciñe en torno a las “capitales” del EI, Raqqa y Mosul.
