Parroquia de Dũ Yên planea llevar agua potable a 10.000 personas

de Paul N. Hung

El proyecto se vuelca al territorio afectado por las consecuencias de la catástrofe ambiental causada en 2016 por la planta industrial del Formosa Plastics Group. Los terrenos agrícolas donde trabaja casi el 85% de los habitantes de la comuna de Kỳ Thịnh han quedado incultivables. Habiendo pasado dos años desde que se produjo el desastre, hay muchas personas de la localidad a quienes les cuesta encontrar trabajo y que hacen enormes esfuerzos para mantener a sus familias. El párroco informa que se han detectado varios casos de enfermedades asociadas a la contaminación del agua.

Hanói (AsiaNews) – Una cisterna para la recolección y conservación del agua potable, para abastecer a más de 10.000 personas, católicas o no: es el ambicioso proyecto emprendido por la parroquia de Dũ Yên, perteneciente a la diócesis septentrional de Vinh.

El vasto territorio diocesano cubre algunas de las provincias más pobres del país: Nghe An, Quang Binh y Hà Tĩnh. Las condiciones de vida en esta última son realmente difíciles, siendo que allí el producto interno bruto per cápita es de apenas 420 dólares estadounidenses al año, y que el 32,16% de los 1,3 millones de habitantes vive por debajo de la línea de pobreza; el 87,9% de la población vive en áreas rurales. Atentos a esta situación, cada comunidad de la diócesis se aboca a programas pastorales para la asistencia de los últimos y de los marginados.

Situada en la comuna de Kỳ Thịnh (distrito de Kỳ Anh), la parroquia de Dũ Yên se vuelca a ayudar al territorio que ha sido azotado más duramente por las consecuencias de la catástrofe ambiental causada en 2016 por una planta industrial de la compañía taiwanesa Formosa Plastics Group. La polución del agua debido al derramamiento de residuos tóxicos ha dejado desocupados a los pescadores de las provincias costeras, y la contaminación tornó incultivables los terrenos agrícolas donde trabaja casi el 85% de los habitantes de la comuna de Kỳ Thịnh. Ellos suman 10.000 personas, de las cuales 3.500 son católicas.

A dos años del desastre, hay muchas personas de la localidad a quienes les cuesta encontrar un trabajo y que tiene dificultades para sostener a sus familias. Lo que agrava aún más su situación es la falta de agua potable. El Pbro. Peter Nguyễn Văn Tâm, vicario de Dũ Yên, afirma: “El distrito de Kỳ Anh es el epicentro del desastre causado por la empresa Formosa. Este es el lugar más devastado. Por lo tanto, quiero construir un depósito de agua limpia en la comuna de Kỳ Thịnh, para [todos] los habitantes locales, católicos y no católicos”. “En este momento – prosigue el sacerdote – tanto el aire como las aguas de todo el distrito de Kỳ Anh están contaminados. El río Quyên ahora es propiedad del grupo Formosa. Han dejado que las aguas residuales se volcasen en el río antes de llegar al mar. En esta tierra también han construido una planta de energía térmica para abastecer al establecimiento del grupo Formosa. Todo [ha quedado] contaminado”.

El Pbro. Nguyễn Văn Tâm está muy preocupado por el futuro de la población local, de la cual una parte importante se ha visto obligada a emigrar. Si bien el pastor hace tan sólo tres meses que vive en el lugar, en este tiempo ya ha visitado a 600 familias, y ha podido detectar varios casos de enfermedades derivadas de la contaminación del agua. Al explicar su proyecto, el padre Peter afirma: “Queremos captar el agua de la montaña, que está a pocos kilómetros de la parroquia. Construiremos un depósito que permitirá que 10.000 personas puedan utilizar agua segura, así como beber y cocinar con agua limpia, para evitar las enfermedades”. La semana pasada, el obispo de la diócesis de Vinh, Mons. Paul Nguyễn Thái Hợp, aprobó el proyecto, para el cual el padre Peter espera obtener el apoyo de católicos y no católicos vietnamitas.