Papa: también hay una 'gula social' que está matando el planeta
En la audiencia general el pontífice reflexionó sobre el vicio en la relación con la comida. "Nuestra interioridad y nuestras actitudes se revelan en la forma en que comemos. Hay una voracidad que nos convierte en consumidores, y nos lleva a abalanzarnos sobre las cosas. Y es lo contrario de nuestra vocación a ser hombres y mujeres eucarísticos".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El pecado de la gula no es sólo el de “quien cede ante un trozo de pastel”. También tiene una dimensión social, que lo convierte "en el vicio probablemente más peligroso". Porque precisamente la voracidad es lo que hoy está "matando el planeta", afirmó el Papa Francisco esta mañana al dirigirse a los fieles durante la audiencia general del miércoles en el Aula Pablo VI. Continuando con el nuevo ciclo de catequesis sobre vicios y virtudes que comenzó hace pocos días, habló sobre el vicio de la gula e invitó a comprenderlo en profundidad y en todos sus aspectos.
Jesús – explicó – en Caná y en otros episodios del Evangelio revela su "simpatía por las alegrías humanas". También afirma que “los invitados a la boda no pueden ayunar cuando el novio está con ellos; ayunarán cuando el novio les sea quitado" (ver Marcos 2:18-20). “Jesús quiere que estemos alegres en su compañía -dijo el Papa-; pero también quiere que participemos de sus sufrimientos, que son también los sufrimientos de los pequeños y de los pobres”.
Por otra parte, al eliminar la distinción entre alimentos puros y alimentos impuros, nos dice que "la atención que debemos tener es la interior, por tanto, no sobre el alimento en sí, sino sobre nuestra relación con él". “Esta relación serena que Jesús ha establecido con respecto a la alimentación – añadió – hay que redescubrirla y valorarla, sobre todo en las sociedades de lo que se denomina "bienestar", donde se manifiestan tantos desequilibrios y tantas patologías. Se come demasiado o demasiado poco. A menudo se come en soledad. Se difunden los trastornos alimentarios: anorexia, bulimia, obesidad... Y la medicina y la psicología intentan abordar la mala relación con la comida".
“La nutrición es la expresión de algo interior – siguió diciendo –, la predisposición al equilibrio o al exceso; la capacidad de agradecer o la pretensión arrogante de autonomía; la empatía de quien sabe compartir la comida con el necesitado, o el egoísmo de quien lo acapara todo para sí. Esta pregunta es muy importante: dime cómo comes y te diré qué alma posees. En la manera en que comemos se pone de manifiesto nuestra interioridad, nuestros hábitos, nuestras actitudes psíquicas".
Por eso es importante reflexionar también sobre las consecuencias sociales de la voracidad. “Nos hemos abalanzado sobre todo –observó– para convertirnos en dueños de todas las cosas, cuando todas esas cosas se nos habían entregado para custodiarlas, no para explotarlas. Hemos renunciado al nombre de hombres, para asumir otro, el de consumidores". Pero "estamos hechos para ser hombres y mujeres eucarísticos, capaces de agradecer, de usar la tierra con discreción". “Pidamos al Señor que nos ayude en el camino hacia la sobriedad - concluyó - y que las diversas formas de glotonería no se apoderen de nuestras vidas”.
Al terminar, el Papa invitó como siempre a rezar por las víctimas de la guerra en Ucrania, Israel y Palestina y en muchas otras zonas del mundo. “Recemos, recemos por estas personas que están en guerra - dijo Francisco - y pidamos al Señor para que siembre la semilla de la paz en los corazones de las autoridades de los países”.
23/12/2015
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