Papa: rezar en todo momento, en cualquier situación y también por los que no conocemos
“La oración está siempre viva, como las brasas del fuego, incluso cuando la boca no habla. Todo pensamiento, aunque sea aparentemente 'profano', puede estar impregnado de oración". Al terminar la audiencia general, Francisco invitó a la gente a orar por las víctimas del aluvión en la India y expresó sus mejores deseos por el Año Nuevo Lunar.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Orar en todo momento, en cualquier situación, también por los enemigos y por los que no conocemos, y "la oración cuando es según el corazón de Jesús, consigue milagros". "Orar en la vida cotidiana" fue el tema de la catequesis del Papa Francisco para la audiencia general de hoy, que todavía se lleva a cabo en la biblioteca privada.
Al finalizar el encuentro Francisco recordó a las víctimas del desprendimiento del glaciar en India y el Año Nuevo Lunar. “Expreso - dijo - mi cercanía a las víctimas del desastre ocurrido hace tres días en el norte de la India”. “Una parte del glaciar se desprendió provocando una violenta inundación, que arrasó las obras de construcción de dos centrales eléctricas”, y agregó: “Oramos por los trabajadores fallecidos y sus familias y por todas las personas heridas y damnificadas”.
“En el Extremo Oriente y en varias partes del mundo - dijo - el 12 de febrero muchos millones de hombres y mujeres celebrarán el Año Nuevo Lunar. Les envío un cordial saludo, junto con el deseo de que el nuevo año traiga frutos de fraternidad y solidaridad ”.
Previamente, continuando el ciclo de reflexiones sobre la oración, Francisco afirmó que “el que reza es como un enamorado, que lleva siempre en su corazón a la persona amada, dondequiera que esté. De hecho, en este diálogo con Dios se asume todo: toda alegría se convierte en motivo de alabanza, toda prueba es una oportunidad para pedir ayuda. La oración está siempre viva, como una brasa del fuego, aún cuando la boca no habla. Todo pensamiento, incluso si es aparentemente “profano”, puede estar impregnado de oración. También en la inteligencia humana hay un aspecto orante; en efecto, ésta es una ventana asomada al misterio: ilumina los pocos pasos que están delante de nosotros y después se abre a la realidad toda entera, que la precede y la supera”.
Francisco ha invitado repetidamente a la oración diaria "en las calles, en las oficinas, en los medios de transporte ...", "en cada situación de la vida - agregó en el saludo a los polacos - que una conversación de corazón a corazón con Cristo te acompañe; no solo frente al Santísimo Sacramento, la cruz o una imagen sagrada, sino también de camino al trabajo, de viaje y en las tareas diarias ”.
“La oración cristiana - subrayó - infunde una esperanza invencible en el corazón humano: cualquier experiencia que toque nuestro camino, el amor de Dios puede convertirla en un bien. Al respecto, el Catecismo dice: «Aprendemos a orar en ciertos momentos, cuando escuchamos la Palabra del Señor y cuando participamos en su Misterio Pascual; pero en todo tiempo, en los acontecimientos de cada día, se nos da su Espíritu para hacer que brote la oración. […] El tiempo - explicó - está en manos del Padre”: “Es en el presente donde lo encontramos: ni ayer ni mañana, sino hoy» (n. 2659). Siempre está el hoy del encuentro”. “El hoy es real, el hoy es concreto. Jesús viene a nuestro encuentro hoy”. "Y es la oración la que transforma el hoy en una gracia, o más bien, la que nos transforma a nosotros", "apacigua la ira, sostiene el amor, multiplica la alegría, infunde la fuerza para perdonar. En algún momento nos parecerá que ya no somos nosotros los que vivimos, sino que la gracia vive y obra en nosotros mediante la oración. Es la gracia que espera”. “Pero siempre es así, no lo olviden”. "Tomar el hoy. Cuando te viene un pensamiento de rabia, de desconcierto, detente. Pregúntate: 'Señor, ¿dónde estás? ¿Y a dónde estoy yendo yo? El Señor te dará la respuesta justa, el verdadero consejo”. “Seguir adelante sin ese sabor amargo de lo negativo”, porque “la oración siempre es positiva, te hace seguir adelante”.
Y “la oración nos ayuda a amar a los demás, a pesar de sus errores y sus pecados”, porque “la persona siempre es más importante que sus acciones, y Jesús no juzgó al mundo, sino que lo salvó”. "Es muy fea la vida para esa gente que siempre juzga a los demás, que siempre están condenando, juzgando", añadió. "Es una vida fea e infeliz. Jesús vino para salvarnos: abre tu corazón, perdona, justifica a los demás, sé cercano a los demás, ten compasión, siente ternura, como Jesús”. “Debemos amar a todos y a cada uno, recordando, en la oración, que todos somos pecadores y al mismo tiempo amados por Dios uno por uno”. “Amando el mundo de esta manera, amándolo con ternura, descubriremos que cada día y cada cosa lleva escondido en sí mismo un fragmento del misterio de Dios”. "Es bueno y justo rezar para que el advenimiento del Reino de la justicia y la paz influya en el camino de la historia, pero es igualmente importante 'amasar' con la oración las humildes situaciones de la vida diaria".
17/12/2016 13:14
23/12/2015