Papa: quien no acepta seguir el camino de Jesús hasta la humillación, no es cristiano

Así sucede “cuando vemos tantos cristianos buenos, con buena voluntad, pero que confunden la religión con un concepto social de bondad y amistad; o cuando vemos tantos clérigos que dicen seguir a Jesús pero buscan honores, caminos fastuosos, los caminos mundanos; no los buscan a Jesús, se buscan a sí mismos”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Son tres las etapas para saber quién es Jesús: conocer, confesar y aceptar el camino que Dios ha elegido para Él, hasta la humillación. Y quien no está dispuesto a seguirlo, como de hecho sucedió con tantos obispos y Papas, no es cristiano”. Estas fueron las palabras de Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana, en la Casa Santa Marta. El Santo Padre retomó el pasaje del Evangelio (Mc 8,27-33) en el cual Jesús pregunta a los apóstoles: “¿Qué dice la gente de mí? Y ustedes, ¿qué dicen?”

Francisco destacó que estas etapas ya fueron recorridas por los apóstoles. Conocer a Jesús, prosiguió, es lo que hacemos todos cuando tomamos el Evangelio - tratamos de conocer a Jesús -, o cuando llevamos a los niños a catequesis (…), cuando los llevamos a la Misa”; pero este es solo un primer paso; el segundo es confesar a Jesús. “Y esto, no podemos hacerlo solos. En la versión de Mateo, Jesús le dice a Pedro: “Esto no viene de ti, sino que te lo ha revelado el Padre’. Podemos confesar a Jesús, pero solamente con la fuerza de Dios, con la fuerza del Espíritu Santo. Nadie puede decir ‘Jesús es el Señor’ y confesarlo, sin el Espíritu Santo, dice Pablo. Nosotros no podemos confesar a Jesús sin el Espíritu. Es por eso que la comunidad cristiana siempre debe buscar la fuerza del Espíritu Santo para confesar a Jesús, para decir que Él es Dios, que Él es el Hijo de Dios”.

Pero, ¿cuál es el objetivo de la vida de Jesús? ¿por qué ha venido? Responder a esta pregunta significa cumplir la tercera etapa en el camino del conocimiento de Él. El Papa recordó que Jesús dijo a sus apóstoles que él debía sufrir, que le darían muerte y resucitaría. “Confesar a Jesús es confesar su muerte, su resurrección. No es confesar: ‘Tú eres Dios’ y detenerse allí; no: ‘Tú has venido por nosotros y has muerto por mí. Tú has resucitado. Tú nos das la vida; Tú nos has prometido el Espíritu Santo para guiarnos’. Confesar a Jesús significa aceptar el camino que el Padre ha elegido para Él: la humillación. Pablo, cuando escribe a los Filipenses, [dice]: ‘Dios envió a su Hijo, el cual se anonadó a sí mismo asumiendo la condición de siervo, y se humilló a sí mismo hasta la muerte, y muerte de cruz’. Si no aceptamos el camino de Jesús, el camino de la humillación que Él ha elegido para la redención, no solo no somos cristianos: mereceremos lo que Jesús le dijo a Pedro: ‘¡Aléjate de mí, Satanás!’.

Papa Francisco resaltó que Satanás sabe muy bien que Jesús es el Hijo de Dios, pero que Jesús rechaza su “confesión”, así como aleja de sí a Pedro cuando este rechaza el camino elegido por Jesús. “Confesar a Jesús es aceptar el camino de la humildad y de la humillación. Y cuando la Iglesia no va por este camino, se equivoca, se vuelve mundana”. Es lo que sucede “cuando vemos a tantos cristianos buenos, con buena voluntad, pero que confunden la religión con un concepto social de bondad, de amistad”. O bien, “cuando vemos a tantos clérigos que dicen seguir a Jesús, pero que buscan los honores, los caminos fastuosos, los caminos mundanos; no lo buscan a Jesús: se buscan a ellos mismos. No son cristianos; dicen ser cristianos; pero de nombre, porque no aceptan el camino de Jesús, que es la humillación. Y cuando leemos en la historia de la Iglesia que tantos obispos han vivido así, e incluso tantos Papas mundanos, que no han conocido el camino de la humillación, que no la han aceptado, debemos aprender que ese no es el camino”.

El Papa concluyó con una invitación: pedir “la gracia de la coherencia cristiana” para “no usar el cristianismo para un arribismo”; la gracia de seguir a Jesús en su mismo camino, hasta la humillación.