Papa: que políticos y científicos resuelvan la pandemia por la gente, y no por el dinero
“Recordemos lo que Jesús dijo: hay dos señores, el Señor Dios y el señor dinero. No se puede servir a los dos”. “Que el Señor siempre nos ayude a elegir el anuncio, tanto en nuestra vida personal como social: el anuncio, que es horizonte, que es abierto, siempre; que nos lleve a elegir el bien de la gente. Y jamás caer en el sepulcro del dios dinero”
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Que políticos y científicos hallen el modo de vencer la pandemia por la gente, y no por el dinero. Papa Francisco comenzó de esta forma la misa celebrada esta mañana en Casa Santa Marta. “Hoy, oremos por los gobernantes, los científicos y políticos - dijo - que han comenzado a estudiar un camino de salida, el después de la pandemia, y este ‘después’ ya ha comenzado: para que encuentren el camino justo, y que siempre sea en favor de la gente, y en favor de los pueblos”. “Nuestra apuesta – subrayó en la homilía - siempre será por la vida, por la resurrección de los pueblos, o será por el dios dinero”.
Al comentar el pasaje del Evangelio, Francisco resaltó que el Evangelio propone una elección (Mt 28, 8-15). Allí Jesús resucitado se aparece a algunas mujeres exhortándolas a contarlo a sus discípulos y a ir a Galilea. Mientras, los sacerdotes corrompen a los soldados que custodian el sepulcro, para que vayan a difundir que los discípulos de Jesús robaron el cuerpo mientras ellos dormían.
Es una elección que también vale para hoy: la esperanza de la resurrección de Jesús, y la nostalgia del sepulcro. “El Evangelio de hoy – dijo - nos presenta una opción, una opción de todos los días, una opción humana que se comprueba desde aquél día: la elección entre la alegría, la esperanza de la resurrección de Jesús, y la nostalgia del sepulcro. Las mujeres van y llevan el anuncio (cfr. Mt. 28,8): Dios siempre comienza con las mujeres, siempre. Ellas abren caminos. Es cierto que los discípulos no podían creerlo y dijeron: ‘Quizás estás mujeres sean demasiado fantasiosas’... no lo sé, tenían sus dudas. Sin embargo, ellas estaban seguras y finalmente guiaron este camino hasta hoy: Jesús ha resucitado, y está vivo entre nosotros (cfr. Mt. 28, 9-10)”.
“Y luego hay otra cosa: es mejor no vivir con el sepulcro vacío. Nos traerá tantos problemas este sepulcro vacío. Y la decisión de ocultar el hecho. Es como ocurre siempre: cuando no servimos a Dios, el Señor, servimos al otro dios, el dinero. Recordemos lo que Jesús dijo: hay dos señores, el Señor, tu Dios, y el señor dinero. No se puede servir a ambos. Y para salir de lo que es evidente, para salir de esta realidad, los sacerdotes, los doctores de la Ley optaron por el otro camino, el que les proponía el dios dinero, y pagaron; pagaron el silencio (cf. Mt. 28, 12-13). El silencio de los testigos. Uno de los guardias, apenas murió Jesús, confesó: ‘¡Realmente este hombre era el Hijo de Dios!’ (Mc.15,39)”.
“Estos pobrecillos no entienden, tienen miedo porque la vida va en ello… y fueron donde los sacerdotes y los doctores de la Ley. Y ellos pagaron: pagaron el silencio, y esto, queridos hermanos y hermanas, no es un soborno: esto es corrupción pura, corrupción en estado puro. Si tú no confiesas que Jesucristo es el Señor, piensa por qué: dónde está el sello de tu sepulcro, donde está la corrupción. Es cierto que mucha gente no confiesa a Jesús porque no lo conoce, porque nosotros no lo hemos anunciado con coherencia; y esto es culpa nuestra. Sin embargo, cuando frente a lo evidente se toma este camino, es el camino del diablo, es el camino de la corrupción. Se paga y te quedas callado”.
“También hoy, frente al próximo – esperamos que sea pronto – fin de la pandemia, está la misma opción: nuestra apuesta será por la vida, por la resurrección de los pueblos, o será por el dios dinero: volver al sepulcro del hambre, de la esclavitud, de las guerras, de las fábricas de armas, de los niños sin educación… allí está el sepulcro”.
“Que el Señor - concluyó el Papa -, tanto en nuestra vida personal como social, siempre nos ayude a elegir el anuncio: el anuncio que es horizonte, que es abierto, siempre: que nos lleve a optar por el bien de la gente. Y jamás caer en el sepulcro del dios dinero”.
El Papa terminó la celebración con la adoración y la bendición eucarística, invitando a la Comunión espiritual. Y antes de dejar la Capillla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana del ‘Regina caeli’, que se canta en el tiempo pascual.
28/08/2016 13:40
09/02/2022 16:40