Papa: los gestos hablan más que las palabras, y lava los pies de los refugiados

Francisco celebra la Misa de la "Cena del Señor" en un centro para solicitantes de asilo. "Incluso, aquí hay dos gestos: esto, todos nosotros, juntos, musulmanes, indios, católicos, coptos, evangélicos, hermanos, hijos de un mismo Dios, que quieren vivir en paz". "Hace tres días un acto de guerra, de destrucción, en una ciudad europea, por personas que no quieren vivir en paz". Pero, detrás de ese gesto "están los fabricantes, los traficantes de armas que quieren la sangre no la paz".

Roma (AsiaNews) - Los gestos hablan más que las palabras, son los que muestran la hospitalidad y la hermandad y los que, como en Bruselas, realizan "un acto de guerra, de destrucción", "personas que no quieren vivir en paz". Son las palabras, enteramente fruto de la improvisación, que el Papa Francisco ha dicho antes de realizar el "lavatorio de los pies" para explicar el significado de ese gesto que evoca, en la Misa de la "Cena del Señor", como lo hizo Jesús en la última cena.

Para escucharlo los 900 refugiados reunidos en el Centro de acogida de los solicitantes de asilo (CARA) de Castelnuovo di Porto, cerca de Roma, donde Francisco celebró el ritual que recuerda la institución de la Eucaristía. A 12 de ellos - cuatro católicos de Nigeria, tres mujeres de Eritrea cristiano coptas, tres musulmanes (un sirio, un paquistaní y un maliense), un joven indio de religión hindú -, así como una católica italiana de la cooperativa social Auxilium, que gestiona el Centro, el Papa lavó los pies, lo que confirma su opción por los "descartados" que en el 2013 lo llevó a una prisión de menores, en el año 2014 a un hospicio para personas con discapacidad y en 2015 a una prisión.

"Los gestos - por lo tanto, dijo Francesco - hablan más que las imágenes y que las palabras. Los gestos... hay, en esta Palabra de Dios que hemos leído, dos gestos: Jesús que sirve, que lava los pies... Él, que era el ‘jefe’, lava los pies de los demás, a los suyos, a los más pequeños. Un gesto. El segundo gesto: Judas que va donde los enemigos de Jesús, donde aquellos que no quieren la paz con Jesús, a tomar el dinero con el que lo traicionó, las 30 monedas. Dos gestos. También hoy, aquí, hay dos gestos: esto, todos nosotros, juntos: musulmanes, hindúes, católicos, coptos, evangélicos, pero hermanos, hijos del mismo Dios que queremos vivir en paz, integrados. Un gesto. Tres días atrás, un gesto de guerra, de destrucción en una ciudad de Europa, de gente que no quiere vivir en paz. Pero detrás de aquel gesto, como detrás de Judas, estaban otros”. Detrás de Judas estaban aquellos que dieron el dinero para que Jesús fuese entregado. Detrás de ‘aquel’ gesto, están los fabricantes, los traficantes de armas que quieren la sangre, no la paz; que quieren la guerra, no la fraternidad. Dos gestos, lo mismo: Jesús lava los pies, Judas vende a Jesús por dinero. Ustedes, nosotros, todos juntos, diversas religiones, diversas culturas, pero hijos del mismo Padre, hermanos. Y allá, pobrecitos aquellos, que compran las armas para destruir la fraternidad”.

"Hoy, en este momento, cuando haga el mismo gesto de Jesús de lavar los pies a ustedes doce, todos estamos haciendo el gesto de la fraternidad y todos decimos: ‘Somos diversos, somos diferentes, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz’. Y este es el gesto que hago con ustedes. Cada uno de nosotros tiene una historia encima, cada uno de ustedes tiene una historia encima. Tantas cruces, tantos dolores, pero también tiene un corazón abierto que quiere la fraternidad. Cada uno, en su propia lengua religiosa, rece al Señor para que esta fraternidad se contagie en el mundo, para que no haya las 30 monedas para matar al hermano, para que siempre haya la fraternidad y la bondad. Así sea”.