04/04/2017, 14.37
VATICANO
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Papa: llevar la cruz como símbolo del amor por el cual “Jesús se ha hecho pecado”

Como dice San Pablo, tomó sobre sí todas las inmundicias de la humanidad, se hizo elevar para que toda la gente herida por el pecado, lo mirara. Y quien no reconoce a aquel hombre elevado, “la fuerza de Dios que se ha hecho pecado para sanarnos”, morirá en su propio pecado. 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Hoy “la Iglesia nos propone un diálogo con este misterio de la cruz, con este Dios que se ha hecho pecado, por amor”, para salvarnos. Es de este modo que ha de ser llevada su cruz, y no sólo como un símbolo de pertenencia, “un distintivo”, o incluso un adorno. Es lo que dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, al comentar el pasaje del Evangelio en el cual Jesús dice tres veces a los fariseos: “Moriréis en vuestro pecado”, porque ellos tenían el corazón cerrado y no entendían ese misterio que era el Señor.

Dialogando con ellos, luego, Jesús afirma: “Cuando habréis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que Yo soy, y que no hago nada por mí mismo”. Jesús se refiere a lo que ocurre en el desierto, lo cual es relatado en la Primer Lectura, cuando el pueblo, que ya no podía soportar el camino, “se aleja del Señor” y “habla mal de Moisés y del Señor”. Es ahí cuando llegan las serpientes que muerden y provocan la muerte.  Entonces el Señor dice a Moisés que haga una serpiente de bronce y que la eleve colocada sobre un asta: quienquiera que la mirara, sería curado… la serpiente es el “símbolo del diablo”, “el padre de la mentira”, “el padre del pecado, el que ha hecho pecar a la humanidad”. Y Jesús dice: “Cuando yo sea levantado, todos vendrán a mí”. Es el misterio de la cruz. “La serpiente de bronce curaba”, pero “era signo de dos cosas: del pecado cometido por la serpiente, de la seducción de la serpiente, de la astucia de la serpiente; y también era señal de la cruz de Cristo. Era una profecía”.

Jesús, por lo tanto, se “ha hecho pecado”, como dice San Pablo, tomó sobre sí todas las inmundicias de la humanidad, se hizo elevar, para que toda la gente herida por el pecado, se curase. Y quien no reconoce en aquel hombre levantado “la fuerza de Dios que se ha hecho pecado para salvarnos”, morirá en su pecado. “La salvación sólo viene de la cruz, pero de esta cruz que es Dios hecho carne. No existe la salvación en las ideas, no hay salvación en la buena voluntad, en las ganas de ser bueno… No.  La única salvación está en Cristo crucificado, porque solamente Él, como la serpiente de bronce significaba, ha sido capaz de tomar todo el veneno del pecado y nos ha curado allí. Pero, ¿qué es para nosotros la cruz? Sí, es el signo de los cristianos, es el símbolo de los cristianos. Nosotros hacemos la señal de la cruz, pero no la hacemos siempre bien, hay veces que hacemos así nomás… Porque no tenemos esta fe en la cruz. Otras veces, para algunas personas es un distintivo de pertenencia: ‘Sí, yo llevo la cruz para que se vea que soy cristiano’. Eso está bien, pero llevarla no sólo como distintivo, como si se fuese de una escuadra: sino como el recuerdo de aquél que se ha hecho pecado”.

 

“Dios le dice a Moisés: ‘Quien mire a la serpiente será curado’. Jesús dice a sus enemigos: ‘Cuando habrán levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis’. Quien no mira la cruz, de esta manera, con fe, morirá en su pecado, no recibirá la salvación”. “Hoy la Iglesia nos propone un diálogo con este misterio de la cruz, con este Dios que se ha hecho pecado, por amor a mí. Y cada uno de nosotros puede decir: ‘Por amor a mí’. Y podemos pensar: ¿Cómo llevo yo la cruz? ¿Cómo un recuerdo? Cuando hago la señal de la cruz ¿soy consciente de lo que hago? ¿Cómo llevo yo la cruz? ¿Sólo como un símbolo de pertenencia a un grupo religioso? ¿Cómo llevo yo la cruz? ¿Cómo un adorno? ¿Cómo una joya, con muchas piedras preciosas, de oro…? ¿He aprendido a llevarla sobre los hombros, donde lastima? Cada uno de nosotros mire hoy al Crucificado, mire a este Dios que se ha hecho pecado para que nosotros no muramos en nuestros pecados y responda a estas preguntas que yo les he sugerido”.

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