Papa: el viaje a Suecia, un paso para volver a acercarse a los luteranos

En una entrevista, Francisco dice que “no se puede ser católicos y sectarios, se necesita tender a estar junto a los demás”. La importancia de “caminar juntos” para no “quedarse encerrados en puntos de vista rígidos, porque en éstos no existe la posibilidad de una reforma”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “No se puede ser católicos y sectarios, se necesita tender a estar junto a los demás”. El Papa Francisco explica de esta manera su relación con la Reforma protestante, en la vigilia del viaje a Suecia (31 de octubre – 1ero de noviembre), para participar en la conmemoración ecuménica de los 500 años de la Reforma luterana, en una entrevista concedida al padre Ulf Jonsson, director de las revistas de los jesuitas suecos Signum, y al padre Antonio Spadaro, director de la Civiltà Cattolica.

El viaje de Francisco tendrá como lema “Del conflicto a la comunión. Juntos en la esperanza” e incluso se propone conmemorar los 500 años de diálogo oficial entre luteranos y católicos. El viaje fue definido por el Card. Pietro Parolin, secretario de Estado, como un “momento histórico”. “Realmente se puede hablar del mismo como una piedra angular en el camino de reconciliación, y en la búsqueda común de la unidad entre las Iglesias y las comunidades eclesiales”- dijo a Radio Vaticana. “Y este momento tan importante es fruto de un diálogo que se ha desarrollado en estos 50 años, a partir de lo solicitado en el Concilio Vaticano II”.

Por su parte, a propósito del diálogo, en la entrevista, Francisco habló de la importancia de “caminar juntos” para no “quedarse encerrados en puntos de vista rígidos, porque en éstos no hay posibilidad de reforma”. La esperanza, y también lo que se espera de este viaje, es “tratar de dar un paso para aproximarse”, para “estar más cerca” de los hermanos y hermanas de Suecia.

Ante la pregunta de qué podemos aprender de la tradición luterana, Francisco responde indicando dos palabras: la palabra “Escritura”, porque “Lutero dio un gran paso en pos de poner la Palabra de Dios en las manos del pueblo”, traduciendo la Biblia a la lengua popular, y también la palabra “Reforma”. “Al principio, el de Lutero fue un gesto de reforma en un momento difícil para la Iglesia”. “Lutero quería remediar una situación compleja. Luego, este gesto, también debido a situaciones políticas –pensemos incluso en el cuius regio, eius religio – devino en un ‘estado’ de separación, y no en un ‘proceso’ de reforma de toda la Iglesia, que, en cambio, es algo fundamental, porque la Iglesia es semper reformanda", está siendo reformada siempre. Y el pedido de reforma estuvo “vivo y presente” incluso en las discusiones de las Congregaciones generales, antes del cónclave que luego lo elegiría como Papa.

Al recordar que él es el segundo Papa en dirigirse a Suecia después de Juan Pablo II, que visitó el país en 1989, Francisco reconoce que existen dificultades vinculadas a cuestiones teológicas, pero que el diálogo debe continuar. Por otro lado, el mismo ha producido el “gran documento ecuménico de la justificación”. Y en la oración común y en las obras de misericordia que se hacen juntos, en favor de los enfermos, los pobres y los presos, hay una “forma elevada y eficaz de diálogo”. Lo importante es “trabajar juntos, y no sectariamente”, teniendo siempre presente que “el proselitismo es una actitud pecaminosa” y recordando que existe “un ecumenismo de la sangre”.

En la vigilia del viaje, ha de ser recordado que las relaciones del Papa con el mundo protestante parecen ser óptimas. En la entrevista, él recuerda la visita al Vaticano que efectuara en el 2015 el arzobispo primado de la Iglesia de Suecia, Antije Jeckelén (en la foto) quien pronunció “un hermoso y gran discurso”. Y que han sido “bellas y profundas” las preguntas planteadas en torno a la cuestión de la inter-comunión, en el curso de la visita efectuada el año pasado a la iglesia luterana de Roma. Incluso en junio de este año, a su regreso del viaje a Armenia, él dijo que Lutero fue una “medicina” para la Iglesia católica, y hace un par de semanas recibió en el Vaticano a un grupo de peregrinos luteranos. En dicha ocasión, al hablar de su viaje a Suecia, sostuvo que “parte esencial de esta conmemoración será dirigir nuestra mirada hacia el futuro, en vista de un testimonio cristiano en común en el mundo de hoy, que tan sediento está de Dios y de su misericordia. El testimonio que el mundo espera de nosotros es, sobre todo, volver visible la misericordia que Dios tiene para con nosotros, a través del servicio a los pobres, a los enfermos, a quien ha abandonado su tierra para buscar un futuro mejor para sí y para sus seres queridos. Al ponernos al servicio de los más necesitados, experimentamos el hecho de estar ya unidos: es la misericordia de Dios, que nos une”.