El Vía Crucis se celebró en la Plaza San Pedro, que lució nuevamente vacía. Las meditaciones y oraciones estuvieron a cargo de los niños del grupo Scout Agesci "Foligno I" (de Umbría) y la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Fue un Vía Crucis de los niños: los niños escribieron las meditaciones, otros las leyeron, y otros niños llevaron las antorchas y la cruz en la Plaza de San Pedro. La plaza lució nuevamente vacía debido a la pandemia, que también se hizo presente en las palabras de los niños: mencionaron a un abuelo que fue llevado por "hombres que parecían astronautas", las visitas denegadas, la lejanía de los compañeros y la escuela cerrada.

Este año el Vía Crucis también se realizó en la plaza San Pedro, que estuvo iluminada  únicamente con antorchas. Las estaciones se colocaron alrededor del obelisco y a lo largo del camino que lleva al atrio. El Papa Francisco estuvo en el centro de la plaza.

Las meditaciones y oraciones estuvieron a cargo de los niños del grupo Scout Agesci "Foligno I" (Umbría) y la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda. Fueron historias de niños, como la de Marco, que se arrepiente de no haber defendido a un amigo que fue acusado injustamente, o la de los niños que echan de menos a sus abuelos, porque no pueden visitarlos - "mis padres dicen que es peligroso, que podemos hacerles enfermar". O que extrañan a sus amigos de voleibol y del grupo scout.

Por la tarde, antes del Vía Crucis, durante la celebración de la Pasión del Señor, en la basílica, Francisco rezó por el fin de la pandemia. "Alivia el dolor de los enfermos, da fuerza a los que los cuidan, acoge en tu paz a los que han muerto y, mientras dure esta tribulación, que cada uno encuentre consuelo en tu misericordia", dijo el pontífice. Rezó también por los que atraviesan pruebas, para que Dios "purifique al mundo del error, aleje la enfermedad, venza el hambre, libere a los presos, rompa las cadenas, conceda seguridad a los que viajan, el regreso a los que están lejos de casa, salud a los enfermos y la salvación eterna a los moribundos."

A primera hora de la mañana, el Papa hizo una visita sorpresiva al atrio del Aula Pablo VI mientras se vacunaba a las personas sin techo. Francisco saludó a los médicos y enfermeras, siguió con atención el procedimiento de preparación de las dosis y habló con las personas que esperaban para vacunarse. Hasta la fecha, ya se han vacunado con la primera dosis unas 800 personas de las casi 1.200 carenciadas que recibirán la inmunización esta semana.  

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