Papa: de la Nostra Aetate "el ‘sí’ definitivo a las raíces judías del cristianismo y el ‘no’ irrevocable al antisemitismo"
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La Declaración conciliar Nostra Aetate, que este año cumple el 50 aniversario, "el ‘sí’ definitivo a las raíces judías del cristianismo y el ‘no’ irrevocable al antisemitismo". Lo ha recordado ahora Papa Francisco en su discurso a los participantes en la conferencia internacional patrocinada por el Consejo Internacional de Cristianos y Judios, que se celebra en Roma del 28 de junio al 1 de julio, el tema: “The 50th Anniversary of Nostra Aetate: The Past, Present, and Future of the Christian-Jewish Relationship”.
El Papa ante todo acogió con satisfacción el hecho de que la conferencia se celebrará este año en Roma, "la ciudad en la que están enterrados los apóstoles Pedro y Pablo", y es la comunidad judía más antigua de Europa occidental. "Cristianos y judíos viven juntos desde hace casi dos mil años, aunque las relaciones entre ellos en el curso de la historia no hayan estado privadas de tensiones”.
"Un verdadero diálogo fraterno - continuó - se desarrolló a partir del Concilio Vaticano II, después de la promulgación de la Declaración Nostra aetate. Este documento representa el ‘si’ definitivo a las raíces judías del cristianismo y el ‘no’ irrevocable al antisemitismo. Al celebrar el 50 aniversario de Nostra aetate, podemos mirar los ricos frutos que se han producido y que hacen con gratitud un equilibrio del diálogo judío - católico. Podemos expresar así nuestro agradecimiento a Dios por todo lo bueno que se ha logrado en términos de amistad y de entendimiento mutuo en los últimos 50 años, porque Su Espíritu Santo ha acompañado a nuestros esfuerzos para el diálogo. Nuestra humana fragmentariedad, nuestra desconfianza y nuestro orgullo se han superado gracias al Espíritu de Dios omnipotente, de tal forma que entre nosotros ha ido creciendo siempre más confianza y fraternidad. Ya no somos más extraños, sí amigos y hermanos. Confesamos, aunque con diferentes perspectivas, el mismo Dios, Creador del universo y Señor de la historia. Y Él, en su infinita bondad y sabiduría, siempre bendice nuestro compromiso con el diálogo”.
"Los cristianos, todos los cristianos, tienen raíces judías. Por eso desde su nacimiento, el Consejo Internacional de cristianos y judíos, acogió las varias confesiones cristianas. Cada una de ellas, en el modo que les es propio, se acercan al judaísmo, el cual a su vez, está caracterizado por diferentes corrientes y sensibilidad. Las confesiones cristianas encuentran su unidad en Cristo; el judaísmo encuentra su unidad en la Torá. Los cristianos creen que Jesucristo es la Palabra hecha carne en el mundo; para los judíos la Palabra de Dios está presente sobre todo en la Torá. Ambas tradiciones religiosas tienen como fundamento el único Dios, el Dios de la Alianza, que se revela a los hombres a través de Su Palabra. En la búsqueda de una actitud apropiada hacia Dios, los cristianos recurren a Cristo como fuente de vida nueva, los judíos a la enseñanza de la Torá. Estas reflexiones teológicas sobre la relación entre el judaísmo y el cristianismo comienza desde la Nostra aetate (cfr n. 4) y, su sólido fundamento, puede ser ulteriormente desarrollada".