Papa: curar la salud, también aquella ‘esencial’ la del alma
“Es una cosa simple, que Jesús nos enseña cuando va lo esencial. Lo esencial es la salud, Toda: la del cuerpo y la del alma. Custodiemos bien aquella del cuerpo, pero también la del alma. Y vayamos a aquel Médico que pueda curarnos, que puede perdonar los pecados. Jesús vino por esto, dio la vida por esto”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Custodiar bien la salud, aquella del cuerpo, pero también “la esencial” salud del alma que en el perdón de Jesús la medicina. Lo dijo hoy el Papa Francisco en la homilía de la misa esta mañana en la Casa Santa Marta, partiendo del pasaje del Evangelio (Mc 2,1-12) que narra la curación de un paralítico.
Jesús está en Cafarnaún y algunos le llevan un hombre distendido en una camilla en la esperanza que Jesús los curara. Pero él desplaza a todos diciéndole: “Hijo, tus pecados te fueron perdonados”. Sólo después le ordenará que lo levanten, que tomen a camilla y vuelvan a casa. Con sus palabras, comentó el Papa, Jesús nos permite ir a lo esencial. “Él es un hombre de Dios”, curaba, pero no era curador, enseñaba, pero era más un maestro y delante a la escena que él se presenta va lo esencial. “Mira al paralítico y le dice: ‘Tus pecados te son perdonados’. La curación física es un don, la salud física es un don que nosotros debemos custodiar. Pero el Señor nos enseña que también la salud del corazón, la salud espiritual debemos cuidarla”.
Jesús va a lo esencial también con la mujer pecadora, de la cual habla el Evangelio, cuando delante a su llanto dice: “Te son perdonados los pecados”. Los otros se escandalizan “cuando Jesús va a lo esencial, se escandalizan, porque allí está la profecía, allí está la fuerza”. Del mismo modo, “Vete, pero no peques más”, dice Jesús al hombre de la piscina donde no llega jamás a tiempo para descender al agua para poder curarse. A la Samaritana que le hace tantas preguntas, “ella era un poco parte de la teología” comentó Francisco, Jesús pregunta sobre el marido. Va a lo esencial de la vida y “lo esencial es tu relación con Dios. Y nosotros olvidamos, tantas veces, esto, como si tuviésemos miedo de ir justo allí donde está en encuentro con el Señor, con Dios”.
Nosotros hacemos muchas cosas, subrayó aún, por nuestra salud física, nos damos consejo sobre los médicos y sobre los remedios y es una cosa buena, “pero,¿pensamos en la salud del corazón?”. “Aquí hay una palabra de Jesús que quizás nos ayudará: ‘Hijo tus pecados te son perdonados’. ¿Estamos acostumbrados a pensar en este remedio del perdón de nuestros pecados, de nuestras equivocaciones? No preguntamos: ‘¿Yo debo pedir perdón a Dios de algo?’. ‘Sí, sí, sí, en general, somos todos pecadores’ y así la cosa se diluye y pierde fuerza, esta fuerza de profecía que Jesús, a cad uno de nosotros nos dice: ‘Yo quiero perdonarte los pecados’”.
Y si alguien no encuentra pecados en sí mismo que confesar es porque “falta la conciencia de los pecados”. De los “pecados concretos” de las “enfermedades del alma” que van curadas “y la medicina para curar es el pecado es el perdón”. Es una palabra simple, que Jesús nos enseña cuando va a lo esencial. Lo esencial es la salud, toa: la del alma y la del cuerpo. Custodiemos bien aquella del cuerpo, pero también la del alma. Y vayamo a aquel Médico que puede curarnos, que puede perdonar los pecados. Jesús vino para esto, dio la vida por esto”.
09/08/2017 14:40
05/12/2016 12:38