Papa: como los discípulos de Emaús, revisemos cada uno de nuestros días junto con Jesús
En el Regina Caeli, Francisco recordó la importancia del examen de conciencia. Invitó a los fieles a orar por su inminente viaje a Hungría en el corazón de la Europa de los "gélidos vientos de la guerra" y los "problemas humanitarios urgentes" que plantean las migraciones.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Cada noche, dedicar un momento a un breve examen de conciencia. El Papa Francisco ha vuelto a sugerir hoy a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para la oración mariana del Regina Caeli, este compromiso que la Iglesia propone en el tiempo pascual.
Refiriéndose a la página del Evangelio sobre los discípulos de Emaús, Francisco invitó a detemer la mirada en Jesús, que les ayuda a releer lo que ocurrió con su muerte y el anuncio de la Resurrección que llevaron las mujeres. “También para nosotros –comentó– es importante releer nuestra historia junto con Jesús: la historia de nuestra vida, de un determinado período, de nuestras jornadas, con sus desilusiones y esperanzas. Por otro lado, también nosotros, como aquellos discípulos, podemos encontrarnos perdidos ante las cosas que nos están pasando, solos e inseguros, con muchas preguntas y preocupaciones. El Evangelio de hoy -añadió- nos invita a contarle todo a Jesús, con sinceridad, sin miedo a molestarlo, sin miedo a decir cosas equivocadas, sin avergonzarnos de nuestra dificultad para comprender. El Señor se alegra cuando nos abrimos a Él; sólo así podrá tomarnos de la mano, acompañarnos y hacer que nuestros corazones vuelvan a arder”.
En este sentido, la práctica diaria del examen de conciencia es sumamente valiosa. "Delante del amor de Cristo - observó el Papa - incluso lo que parece difícil o un fracaso puede aparecer bajo una luz diferente: una cruz difícil de abrazar, la decisión del perdón ante una ofensa, una venganza fallida, el cansancio del trabajo, la sinceridad que cuesta, las pruebas de la vida familiar pueden mostrarse bajo una luz nueva, la del Crucificado Resucitado, que sabe convertir cada caída en un paso adelante. Que María, Virgen sabia - concluyó -, nos ayude a reconocer a Jesús que camina con nosotros y a revisar delante de Él cada día de nuestra vida”.
Al terminar la oración mariana, Francisco recordó a los sacerdotes mártires de la Comuna, asesinados en 1871 y que ayer fueron proclamados beatos en París, "pastores animados por el celo apostólico que dieron testimonio de la fe hasta el martirio". Luego, se refirió al Día de la Tierra que se celebró ayer, exhortando a que el "compromiso con el cuidado de la creación vaya siempre unido a una solidaridad concreta con los pobres". Invitó también a seguir rezando por los hermanos y hermanas de Sudán, para que “se ponga fin la violencia lo antes posible y se reanude el camino del diálogo”.
Por último, encomendó a la oración de los fieles el viaje apostólico de tres días a Hungría que comienza el viernes. “Será la oportunidad para volver a abrazar a una Iglesia y a un pueblo tan queridos – dijo -. Será también un viaje al centro de Europa, sobre el que siguen soplando los gélidos vientos de la guerra, mientras los desplazamientos de tantas personas introducen en el orden del día cuestiones humanitarias urgentes. Pido a todos que me acompañen con la oración”.
02/05/2017 13:54
26/04/2020 14:12