Papa: como Jesús, el verdadero pastor se ‘arroja en medio del pueblo’ con ternura

El pastor que, como Jesús, “termina su jornada cansado”, cansado de “hacer el bien” hará sentir al pueblo la presencia de Dios. “El pastor es ungido con aceite en el día de su ordenación: sacerdotal y episcopal. Pero el verdadero aceite, el interior, es el aceite de la cercanía y de la ternura”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Con su comportamiento, Jesús muestra cuáles son las actitudes que debe tener un verdadero pastor: la cercanía al pueblo y la ternura. Lo ha dicho el Papa Francisco en la homilía de la misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, al comentar el pasaje del Evangelio de Marcos (5,21-43) que narra dos episodios de curación y que, dijo Francisco, muestran “cómo era una jornada en la vida de Jesús”.

El apóstol describe a Jesús, una vez más, rodeado de una “gran multitud, la multitud de la gente que lo seguía” por la calle o por la orilla del mar, y por la cual Jesús se preocupada: es así que Dios había prometido acompañar a Su Pueblo, subrayó el Papa, estando en medio de él- Jesús no abre una oficina de asesoramiento espiritual con un cartel: “El profeta recibe los días lunes, miércoles y viernes, de 3 a 6. La entrada cuesta tanto, o si lo desea, puede dejar una ofrenda”. No, Jesús no hace así. Jesús tampoco abrió un consultorio médico con el cartel ‘Los enfermos deben venir tal día, tal día y tal día, y serán curados’. Jesús se arroja en medio del pueblo”.

Y “esta es la figura de pastor que Jesús nos da”, destacó Francisco, que habló de una “sacerdote santo que acompañaba así a su pueblo” y que por la noche, por ese motivo, estaba “cansado” pero con un “cansancio real, no ideal”, “de quien trabaja” y está en medio de la gente.

Pero el Evangelio de hoy también enseña que Jesús, estando en medio de la multitud, es “estrechado” y “tocado”. Este verbo se repite cinco veces a lo largo de la página de Marcos, notó el Papa, subrayando que el pueblo también hace eso en las visitas pastorales, lo hace para “tomar gracia” y esto, el pastor lo siente. Y Jesús jamás se echa atrás, sino que por el contrario, “paga”, incluso con la “vergüenza” y la “burla”, “para hacer el bien”. Son éstas las “huellas del modo de obrar de Jesús”, y por lo tanto, las “actitudes del verdadero pastor”. “El pastor es ungido con aceite en el día de su ordenación: sacerdotal y episcopal. Pero el verdadero aceite, el interior, es el aceite de la cercanía y de la ternura. El pastor que no sabe acercarse, carece de algo: quizás sea un dueño de campo, pero no es un pastor. Un pastor que carezca de ternura será un rígido, que golpea a las ovejas. Cercanía y ternura: lo vemos aquí. Así era Jesús”.

El pastor, al igual que Jesús, también “termina su jornada cansado”, siguió diciendo Francisco, cansado de “hacer el bien”, y si su actitud es esta, el pueblo sentirá la presencia viva de Dios. “Hoy –concluyó- podremos rezar en la Misa por nuestros pastores, para que el Señor les de esta gracia de caminar con el pueblo, de estar presentes en medio del pueblo con mucha ternura, con mucha cercanía. Y cuando el pueblo encuentra a su pastor, siente eso especial, que solamente se siente ante la presencia de Dios –y así termina el pasaje del Evangelio- “ellos se llenaron de un gran asombro”. El asombro de sentir la cercanía y la ternura de Dios en el pastor”.