Papa: acusar a nosotros mismos para liberarnos de la hipocresía, lenguaje del diablo

“Nosotros debemos aprender a acusarnos. ‘Yo hice esto, yo la pienso así, malignamente...Yo tengo tengo envidia, yo quisiera destruir a aquel…’, aquello que está adentro, nuestro y decírselo, delante de Dios. Este es un ejercicio espiritual que no es común, pero tratamos de hacerlo”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Aprender a acusarse a sí mismos delante de Dios para “curarse” de la hipocresía, que es “el lenguaje” del diablo. Es la advertencia hecha hoy por el Papa FRancisco en la homilía celebrada en la casa de S. Marta, en la cual comentó el pasaje del Evangelio (Lc 11,37-41) en el cual Jesús, invitado a almorzar por un fariseo, es criticado por el dueño de casa porque, antes de sentarse en la misa, no realizó las abluciones rituales.

“Hay-dijo Francisco- una actitud que el Señor no tolera: la hipocresía. Es lo que sucede hoy en el Evangelio. Invitan a Jesús a comer, pero para juzgarlo, no para crear una amistad”. La hipocresía “es justamente aparecer de un modo y ser de otro”. Es pensar de escondidas diversamente cómo parecer.

Jesús no soporta la hipocresía. Y a menudo llama a los fariseo hipócritas, sepulcros blanqueados. No es un insulto el de Jesús, es la verdad. “Desde afuera tú eres perfecto, es más almidonado, justamente con honestidad, pero por dentro eres otra cosa”. La actitud hipócrita-advirtió Francisco-nace del gran mentiroso, el diablo”. Él es el “gran hipócrita” y los hipócritas son sus “herederos”. “La hipocresía es el lenguaje del diablo, es el lenguaje del mal que entra en nuestro corazón y es sembrado por el diablo. No se puede convivir con gente hipócrita pero los hay. A Jesús le gusta desenmascarar a la hipocresía. Él sabe que será justamente esta actitud hipócrita a llevarlo a la muerte, porque la hipocresía no piensa si usa medios lícitos o no, va adelante: ¿La calumnia? ‘Calumniemos’; ¿el falso testigo? ‘Busquemos un falso testigo’”.

Alguno, continúo el Papa, podría objetar “que entre nosotros no existe la hipocresía así”. Pero piensen que esto es un error. “El lenguaje hipócrita, no diré que sea normal, pero es común, es de todos los días. El aparecer de un modo y el ser de otros. En la lucha por el poder, por ejemplo, las envidias, los celos te hacen aparecer un modo de ser y por dentro hay veneno para matar porque siempre la hipocresía mata, siempre, antes o después mata”.

Para curarse de esta actitud, afirmó el Papa, es necesaria “la verdad, delante de Dios”. “Este es un ejercicio espiritual que no es común, no es habitual, pero tratemos de hacerlo: acusarnos a nosotros mismos, vernos en el pecado, en la hipocresías, en la maldad que hay dentro de nuestro corazón. Porque el diablo siembra la maldad y decir al Señor. ‘¡Pero mira Señor cómo soy!’., y decirlo con humildad”

Aprender a acusarnos a nosotros mismos es “una cosa quizás demasiado fuerte, pero es así: un cristiano que no sabe acusarse a sí mismo no es un buen cristiano” y arriesga caer en la hipocresía. Y Francisco recordó la oración de Pedro cuando dijo al Señor: aléjate de mí porque soy un hombre pecador. “Que nosotros aprendamos-concluyó- a acusarnos, a nosotros mismos”.