Papa: Pablo VI y Mons. Romero serán santos

Giovanni Battista Montini fue el Papa del Concilio y el gran reformador de la Iglesia de nuestros días, en tanto Mons. Romero es el “mártir del Salvador”, asesinado por “odio a la fe” debido a su labor en defensa de los pobres y su denuncia de la represión.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Serán santos Pablo VI y Oscar Arnolfo Romero Galdámez. El Papa Francisco, en efecto, ha aprobado la promulgación de los relativos decretos por parte de la Congregación de las Causas de Santos.

Pablo VI, nació bajo el nombre de Giovanni Battista Montini en la localidad de Concesio, provincia de Brescia, el 26 se septiembre de 1897. Hombre sumamente culto –tenía tres licenciaturas, en Filosofía, Derecho Canónico y Derecho civil- y de gran sensibilidad, fue electo Papa el 21 de junio de 1963. Fue un gran reformador, el Papa que llevó a la realización del Concilio Vaticano II, del cual guió personalmente la labor, con la aprobación de sus principales documentos.

Aunque más no sea a grandes rasgos, debe recordarse que a él se deben gestos de particular significado, como el hecho de que la tiara papal fuera destinada a los pobres, así como el encuentro, en 1964, con el patriarca ortodoxo Atenágoras y la sucesiva declaración católico-ortodoxa de 1965, tras nueve siglos de excomuniones recíprocas. El encuentro se llevó a cabo en Jerusalén, adonde Pablo VI llegó en un vuelo, siendo el primer Papa en tomar un avión. Aún más, en la clausura del Concilio anunció la creación del Sínodo de Obispos, del cual estableció las competencias, y en 1966 abolió el “Índice de libros prohibidos”, y, al año siguiente, decidió la institución de la Jornada Mundial de la Paz. Fue el primer Papa en celebrar una misa es un establecimiento industrial en Nochebuena (en Italsider, en el año 1968).

En 1966 confirmó en una encíclica el celibato sacerdotal y al año siguiente publicó Humanae Vitae. Ese mismo año abolió todas las funciones atribuidas a la nobleza que regían en la corte papal a excepción de los asistentes del trono papal, y también fueron abolidas las Guardia Noble y la Guardia palatina. En cambio, instituyó la Comisión para las comunicaciones sociales, el Consejo para los laicos, la Comisión Justicia y Paz, la Comisión teológica internacional y Cor Unum. En 1968, reformó la Curia romana, en la cual introdujo no pocas personalidades no-italianas. En 1968, aprobó la reforma de la misa, que de allí en más pasó a decirse en lengua “vulgar”, es decir, en las lenguas modernas, para facilitar así la comprensión por parte de los fieles.

En 1970, en Manila, fue el primer papa víctima de un atentado, y fue herido con un puñal, aunque no de gravedad.

Por último, fue él quien propuso el “pastoral” de metal con un Cristo crucificado, el cual fue siempre usado por Juan Pablo II y a menudo, también, por sus sucesores.

Murió en Castel Gandolfo el 6 de agosto de 1978.

Mons. Romero es el mártir de El Salvador. Nacido en 1917, fue ordenado sacerdote en 1942, y en 1970 fue nombrado obispo auxiliar de San Salvador. Fue uno de los protagonistas de la Conferencia del episcopado latinoamericano de Medellín (1968), considerada un hito fundamental en la historia de la Iglesia del subcontinente.

En 1977 se convirtió en arzobispo de San Salvador. En un período marcado por la sangrienta represión contra los movimientos populares, él fue el obispo de los pobres. El ejército, la policía y los movimientos paramilitares se descargaron contra sacerdotes y fieles, a quienes tildaban de “comunistas”. En Aguilares fue destruida una iglesia, y asesinaron a 200 fieles.

Contra todo esto se alzó el obispo, cuya catequesis transmitida por la radio diocesana tenía una audiencia muy numerosa.

El 23 de marzo de 1980 pidió a los militares que no obedecieran órdenes contrarias a las leyes de Dios. Al día siguiente, fue asesinado “por odio a la fe”, por un sicario mientras celebraba misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia, donde vivía.

Las Naciones Unidas proclamaron la fecha del 24 de marzo como Jornada Internacional por el derecho a la verdad sobre las graves violaciones de los derechos humanos y por la dignidad de las víctimas.