Papa: "Nuestro Señor está contento", por esto "no se puede pensar en una Iglesia sin alegría"

"No estamos tan acostumbrados a pensar a Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría". "La alegría de la Iglesia es justamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella los hace crecer".

Ciudad del vaticano (AsiaNews) - "La paz cristiana es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre" y Jesús "quiso que su esposa, La Iglesia, también ella estuviese alegre en la esperanza". Por esto "no se puede pensar en una Iglesia sin alegría", dijo hoy el Papa Francisco en el curso de la misa celebrada en la casa S. Marta.

Como refiere la radio Vaticana, el Papa, comentando las lecturas del día observó que en el Evangelio "podemos entrever un poco el alma de Jesús, el corazón de Jesús: un corazón alegre". "Nosotros siempre pensamos en Jesús cuando predicaba, cuando curaba, cuando caminaba, iba por las calles, también en la Última cena... pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: pleno de alegría. En aquella intimidad con su Padre: "¡Exultó de alegría en el Espíritu santo y alabó al Padre! Es realmente el misterio interno de Jesús, aquella relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él la da a nosotros".

"Y esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila". No. "la paz cristiana es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre". Y también, está alegre "cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del padre sin alegría". Dios "es alegre". Y Jesús "ha querido a su esposa, la Iglesia, que también fuese alegre". "No se puede pensar a una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es justo esto: anunciar en nombre de Jesús. Decir: "Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él nos salva, Él ¡camina con nosotros!". Y aquella es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se vuelve madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es propiamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer".

Así contemplamos que la paz de la cual habla Isaías: "es una paz que se mueve tanto, es una paz de alegría, una paz de alabanza", una paz que podemos decir "ruidosa, en la alabanza, una paz fecunda en la maternidad de nuevos hijos". Una paz "que viene justo en la alegría de la alabanza a la Trinidad y de la Evangelización, de ir a los pueblos quién es Jesús". "Paz y alegría", ha reafirmado. Y puso el acento en aquello que dice Jesús, "una declaración dogmática", cuando afirma: "Tú has decidido así, de revelarte no a los sabios sino a los pequeños":

"También en las cosas tan serias, como esta, Jesús está alegre, la Iglesia es alegre. Tiene que ser alegre. También en su viudez, la Iglesia está alegre porque la Iglesia tiene una parte de viuda que espera a que su esposo vuelva- aún en la viudez, la Iglesia está alegre en la esperanza. El Señor nos da a todos esta alegría, esta alegría de Jesús, alabando al Padre en el Espíritu. Esta alegría de nuestra madre la Iglesia en la Evangelización, en el anunciar a su Esposo".