Papa: Nos queda poco tiempo para restaurar la naturaleza que hemos dañado

Mensaje de Francisco en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy. Este año “tendrá un significado especial, porque comienza el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. Ecología integral para establecer "la armonía dentro de nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y los otros seres vivos, y con Dios".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Nos queda poco tiempo" para convertirnos en una "generación de la Restauración" y "restaurar la naturaleza que hemos dañado". Contiene una fuerte advertencia el mensaje que el Papa Francisco dirigió a Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, el programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente, y a Qn Dongy, director general de la FAO, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy.

“Nos queda poco tiempo - afirma Francisco - los científicos explican que los próximos diez años, el lapso de esta década de las Naciones Unidas, para restaurar el ecosistema, lo que significa la restauración integral de nuestra relación con la naturaleza”.

El Día Mundial del Medio Ambiente, añade el Papa, recordando lo que escribió en la Laudato Sì, “nos anima a recordar que todo está relacionado. Una auténtica “preocupación por el ambiente […] debe estar unida al amor sincero por los seres humanos y a un compromiso permanente respecto a los problemas de la sociedad”. Pero la celebración de hoy, “tendrá un significado especial, ya que tendrá lugar en el año en que las Naciones Unidas comienzan el Decenio para la Restauración de los Ecosistemas. Estos diez años nos invita a asumir compromisos de una década destinados a cuidar nuestra casa común “apoyando e intensificando los esfuerzos para prevenir, detener e invertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo y aumentar la conciencia sobre la importancia de una restauración exitosa de los ecosistemas".

Los científicos nos dicen que “nos arriesgamos a sufrir inundaciones y hambre, y graves consecuencias para nosotros y para las generaciones futuras”. Por eso debemos “cuidarnos unos a otros y a los más débiles”. Porque “una conciencia responsable” nos diría que es "injusto y desconsiderado" seguir por este camino de destrucción del hombre y la naturaleza.

Es necesario entonces actuar "con urgencia" para convertirnos en administradores cada vez más responsables, pensando también en las generaciones futuras: todos somos parte del "don de la creación", como nos recuerda la Biblia. Cuando miramos a nuestro alrededor, se puede ver la destrucción de la naturaleza y que ocurre una crisis tras otra, como "una pandemia global que está causando la muerte de millones de personas". Pero también las injustas consecuencias de algunos aspectos de nuestros actuales sistemas económicos y de numerosas crisis climáticas catastróficas, que producen “graves efectos en las sociedades humanas e incluso la extinción masiva de numerosas especies”. Por eso hay tantas "advertencias" que instan a tomar medidas urgentes, como "el covid-19 y el calentamiento global".

Y por eso confiamos en que la COP26 sobre el cambio climático, que se llevará a cabo en Glasgow el próximo mes de noviembre, ofrezca las respuestas que hacen falta. Otro frente importante donde hay que intervenir es el de los sistemas económicos. Debemos revisar el actual modelo de desarrollo, subrayando el punto clave de que "la degradación de los ecosistemas es un claro resultado de una disfunción económica".

Porque a pesar de la preocupación, hay esperanza. Se puede orientar la tecnología hacia un progreso más sano. “Estamos asistiendo a una nueva atención y compromiso por parte de muchos estados y actores no gubernamentales: autoridades locales, sector privado, sociedad civil, jóvenes ... Esfuerzos destinados a promover lo que podríamos llamar «ecología integral», que es un concepto complejo y multidimensional, que requiere una visión a largo plazo y pone de relieve que es imposible separar la preocupación por la naturaleza, la justicia hacia los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”; su objetivo es restablecer «el equilibrio en los distintos niveles de la ecología, construyendo la armonía dentro de nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y otros seres vivos, y con Dios». “Hace que cada uno de nosotros sea conciente de su responsabilidad como ser humano hacia sí mismo, hacia el prójimo, hacia la creación y hacia el Creador”.