Papa: Los católicos aborden las cuestiones sociales destacadas por la pandemia. Rezar por el Líbano
“Rezamos por las víctimas”de las explosiones en Beirut y “rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa.”
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Una invitación a rezar por el Líbano, herido por las explosiones de ayer y afectado por una grave crisis “con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos”y el anuncio de una serie de catequesis dedicadas a la pandemia y en particular a las “cuestiones apremiantes que la pandemia ha puesto de relieve, sobre todo las enfermedades sociales” han marcado el reinicio de hoy de las audiencias generales del Papa, después de la pausa del mes de julio. A causa de la pandemia, todavía se realizarán desde la biblioteca del Palacio apostólico.
En su discurso, partiendo del episodio evangélico d la curación del paralítico en Cafarnaúm (Cfr Mc 2,1-12), Francisco dijo que "la pandemia sigue causando heridas profundas, desenmascarando nuestras vulnerabilidades. Son muchos los difuntos, muchísimos los enfermos, en todos los continentes. Muchas personas y muchas familias viven un tiempo de incertidumbre, a causa de los problemas socio-económicos, que afectan especialmente a los más pobres."
Por esto debemos “tener bien fija nuestra mirada en Jesús (cfr Hb 12, 2) y con esta fe abrazar la esperanza del Reino de Dios que Jesús mismo nos da. Un Reino de sanación y de salvación que está ya presente en medio de nosotros (cfr Lc 10,11). Un Reino de justicia y de paz que se manifiesta con obras de caridad, que a su vez aumentan la esperanza y refuerzan la fe (cfr 1 Cor 13,13)”.
“En la tradición cristiana-agregó- fe, esperanza y caridad son mucho más que sentimientos o actitudes”. Como explica el Catecismo de la Iglesia “son virtudes infundidas en nosotros por la gracia del Espíritu Santo (cfr CCC, 1812-1813)”, son “dones que nos sanan y que nos hacen sanadores, dones que nos abren a nuevos horizontes, también mientras navegamos en las difíciles aguas de nuestro tiempo”. “Un nuevo encuentro con el Evangelio de la fe, de la esperanza y del amor nos invita a asumir un espíritu creativo y renovado” explicó el Papa, y reconociendo que “de esta manera, seremos capaces de transformar las raíces de nuestras enfermedades físicas, espirituales y sociales”, sanado las estructuras injustas y sus prácticas destructivas que nos separan los unos de los otros, amenazando la familia humana y nuestro planeta”.
“Entonces nos preguntamos: ¿de qué modo podemos ayudar a sanar nuestro mundo, hoy? “Como discípulos del Señor Jesús, médico de las almas y de los cuerpos, estamos llamados a continuar «su obra de curación y de salvación» (CCC, 1421) en sentido físico, social y espiritual”. "La Iglesia, aunque administre la gracia sanadora de Cristo mediante los Sacramentos, y aunque proporcione servicios sanitarios en los rincones más remotos del planeta, no es experta en la prevención o en el cuidado de la pandemia. Y tampoco da indicaciones socio-políticas específicas (Cfr S. Pablo VI. Carta Apos. “Octogesima adveniens, 14 de mayo 1971, 4) Esta es tarea de los dirigentes políticos y sociales."
“Sin embargo, a lo largo de los siglos, y a la luz del Evangelio, la Iglesia ha desarrollado algunos principios fundamentales (cfr Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 160-208), principios que pueden ayudarnos a ir adelante, para preparar el futuro que necesitamos: la dignidad de la persona, el bien común, la opción preferencial por los pobres, la destinación universal de los bienes, la solidaridad, la subsidiariedad, el cuidado de nuestra casa común. Estos principios expresan las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor. Al mismo tiempo, estos ayudan a los dirigentes políticos y sociales en su tarea”.
“En las próximas semanas. los invito a afrontar las cuestiones apremiantes que la pandemia ha puesto de relieve, sobre todo las enfermedades sociales. Y lo haremos a la luz del Evangelio, de las virtudes teologales y de los principios de la doctrina social de la Iglesia. Juntos exploraremos cómo nuestra tradición social católica puede ayudar a la familia humana a curar a este mundo que sufre graves enfermedades. Es mi deseo reflexionar y trabajar todos juntos, como seguidores de Jesús que cura, para construir un mundo mejor, lleno de esperanza para las futuras generaciones (Cfr Exhor. ap. “Evangelii gaudium, 24 de noviembre de 2013, 183”.
Al final de la Audiencia, Francisco se refirió a lo sucedido en Beirut: “Ayer en Beirut, en la zona portuaria, enormes explosiones causaron decenas de muertos y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Rezamos por las víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa.”
17/12/2016 13:14
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