Papa: La iglesia en Corea, iglesia de mártires y laicos, "promesa para toda Asia"

Encontrando a la comunidad coreana de Roma, Francisco invita a conservar el espíritu de una Iglesia de la historia ejemplar. Pero es necesario cuidarse del "bienestar religioso", del convertirse en cristianos "blandos", "a las aguas de rosa", porque el "demonio es muy astuto" y trata de debilitar la fe.

Ciudad del vaticano (AsiaNews)- La Iglesia de Corea, llevada adelante por 2 siglos por los laicos y "regada" con la sangre de los mártires, "promesa para toda Asia", hoy debe cuidarse del "bienestar religioso", de convertirse en lo que se puede decir " a las aguas de rosa", porque el "demonio es astuto" y trata de debilitar la fe. Lo dijo ayer por la tarde el Papa Francisco, en el saludo que dirigió en la basílica de S. Pedro a la comunidad coreana de Roma, guiada por los obispos de la Conferencia episcopal del país que están cumpliendo la quinquenal "visita ad Limina".

El Papa, recordando la "bellísima visita, bellísima" del pasado agosto al país, subrayó dos caracteres de la Iglesia coreana. "Primero, los laicos. Vuestra Iglesia fue llevada adelante durante 2 siglos sólo por parte los laicos. Ayuden a los laicos a ser conscientes de esta responsabilidad. Ellos han heredado esta maravillosa y gloriosa historia. Primero, los laicos: ¡que estén llenos de coraje como los primeros! Segundo, los mártires. Vuestra Iglesia fue "regada" con la sangre de los mártires y esto ha dado vida. Por favor no cedan. Cuídense del "bienestar religioso". Estés alertas, porque el diablo es hábil. Les explicaré con una anécdota: los japoneses, cuando durante la persecución religiosa, torturaban a los cristianos- también a vosotros, ¡cuántas torturas!- luego los llevaban a la cárcel, pero un mes antes del juicio, cuando debían apostatar, los llevaban a una casa hermosa, les daban de comer bien, todo era bienestar. Todas estas cosas están escritas en la historia de la persecución a los cristianos en aquel país, Pero, ¿por qué los llevaban un mes antes? Para ablandar la fe, para que gustasen del placer de estar bien y luego les proponían la apostasía y ellos cedían, porque se habían debilitado. El cardenal Filoni me regaló un libro con la historia de la persecución japonesa muy lindo. Y así algunos claudicaban y caían, mientras que otros luchaban hasta el fin y morían".

"Yo no quiero hacerme profeta, pero así les puede suceder a vosotros. Si no van adelante con la fuerza de la fe, con el celo, con el amor a Jesucristo, si se vuelven blandos- cristianismo "a las aguas de rosa", débil- vuestra fe caerá. El demonio es astuto-decía- y le hará esta propuesta, el bienestar religioso- "somos buenos católicos, pero hasta ahí nomás..."- y les quitará la fuerza. No se olviden por favor: son hijos de mártires y el celo apostólico no se puede negociar. Recuerdo lo que la Carta a los hebreos nos dice: "Recuerden los primeros tiempos, cuando luchaban y sufrían por la fe. No retrocedan ahora" (Cfr Hb.10,32-36). Y también dice, en otro pasaje, casi al final: "Recuerden a vuestros padres en la fe, a vuestros maestros y sigan sus ejemplos" (Cfr Heb. 12,1). Ustedes son Iglesia de mártires y esto es una promesa para toda Asia. Vayan adelante. No abandonen. Nada de mundanidad espiritual, nada. Nada de catolicismo fácil, sin celo. Nada de bienestar religioso. Amor a Jesús, amor a la cruz de Jesucristo y amor a vuestra historia".