Papa: La identidad cristiana es concreta, es testimonio de Jesús, no es una “idea bella”, un poco etérea
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La identidad cristiana es concreta, es testimonio de Jesús, no es una “idea bella”, un poco etérea y no necesita de “ensanchar tanto la conciencia que allí entra todo”, ni de “novedad”, porque “la última palabra de Dios se llama Jesús y nada más”. Lo dijo hoy el Papa Francisco durante la misa celebrada esta mañana en la casa S. Marta, comentando las palabras de S. Pablo a los Corintios donde habla de la identidad de los discípulos de Jesús.
Es verdad, dijo, que “para llegar a esta identidad cristiana”, Dios “nos ha hecho hacer un largo camino de historia” hasta cuando envió a su Hijo. “También nosotros debemos hacer en nuestra vida un largo camino, para que esta identidad cristiana sea fuerte” tanto como para dar “testimonio”. “Es un camino que podemos definir de la ambigüedad a la verdadera identidad”. “Es verdad, está el pecado y el pecado nos hace caer, pero nosotros tenemos la fuerza del Señor para levantarnos e caminar con nuestra identidad. Pero yo diría también que el pecado es parte de nuestra identidad: somos pecadores, pero pecadores con la fe en Jesús. Y no sólo una fe de conocimiento, no. Es una fe que es un don de Dios y que entró en nosotros por Dios. Es Dios mismo que nos confirma en Cristo. Y nos ha conferido la unción, nos imprimió su sello, nos dio el adelanto, el anticipo del Espíritu Santo en nuestros corazones. Es Dios que nos da este don de la identidad”. Fundamental, agregó, “es ser fiel a esta identidad cristiana y dejar que el Espíritu santo, que es justamente la garantía, el anticipo en nuestro corazón, nos lleve adelante en la vida”. No somos personas que van “detrás de una filosofía”, advirtió, “estamos unidos” y tenemos la “garantía del espíritu”.
“Es una identidad bella que se hace ver en el testimonio. Por esto Jesús nos habla del testimonio como el lenguaje de nuestra identidad cristiana”. Y esto también si la identidad cristiana, ya que “somos pecadores, es tentada, se la tienta; las tentaciones vienen siempre” y la identidad “puede debilitarse y puede perderse”. Y esto por dos caminos peligrosos. “La primera la de pasar del testimonio a las ideas, aguar el testimonio. “Y, sí, soy cristiano. El cristianismo es esto, una bella idea. Yo rezo a Dios”. Y así, desde el Cristo concreto-lo leemos en las Bienaventuranzas; esta concreción está también en Mateo 25: la identidad cristiana es concreta- pasamos a esta religión un poco suave, en el aire y en el camino de los agnósticos. Detrás está el escándalo. Esta identidad cristiana es escandalosa. Y la tentación es: “No, no, sin escándalo”. “La cruz es un escándalo” y por lo tanto está quien busca a Dios “con estas espiritualidades cristianas un poco etéreas”, los “agnósticos modernos”. Luego están “aquellos que siempre necesitan de novedades de la identidad cristiana” y se han “olvidado que fueron elegidos, ungidos” que “tienen la garantía del Espíritu Santo” y buscan: “Pero, ¿dónde están los videntes que nos dicen hoy la carta que la Virgen enviará hoy a las 4 de la tarde? Por ejemplo, ¿no? Y viven de esto. Esta no es identidad cristiana. La última palabra de Dios se llama “Jesús” y nada más. Otro camino para hacer pasos hacia atrás en la identidad cristiana, agregó, es la mundanidad.
“Ensanchar tanto la conciencia que allí entra de todo. “Sí, nosotros somos cristianos, pero esto sí…No sólo moralmente, sino también humanamente. La modernidad es humana. Y así la sal pierde sabor. Y vemos comunidades cristianas, también cristianos, que se dicen cristianos, pero no pueden y no saben dar testimonio de Jesucristo. Y así la identidad va para atrás, atrás y se pierde, y este nominalismo mundano que nosotros vemos todos los días. En la historia de la Salvación, Dios, con su paciencia de Padre, nos ha llevado de la ambigüedad a la certeza, a la concreción de la encarnación y la muerte redentora de su Hijo. Esta es nuestra identidad”. San Pablo, recordó, se gloria de Jesús “hecho hombre y muerto por obediencia”, “esta es la identidad y allí el testimonio”. Es una gracia, concluyó, que “debemos pedir al Señor: que siempre nos dé este regalo de una identidad que no busca adaptarse a las cosas” hasta “perder el sabor de la sal”.
29/08/2020 11:22
21/10/2022 17:19