Papa: Jornada Misionera Mundial, junto a los jóvenes: éste es el camino
En el Ángelus, el Papa Francisco cuenta que en el Sínodo surgen “testimonio de jóvenes que han encontrado en Jesús el sentido y la alegría de la vida”, y que este encuentro a menudo se ha dado a través de otros jóvenes. Un Ave María por los misioneros que, viviendo “lejos de su patria”, han consumido la vida por el anuncio. “El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra la enfermedad por la búsqueda de los primeros puestos, la medicina para los trepadores, que contagia tantos contextos humanos y de la cual no se salvan ni siquiera los cristianos, incluso en la jerarquía eclesiástica”. Un aplauso para el jesuita Tiburcio Arnaiz Muñoz, que fue beatificado ayer en España.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Junto a los jóvenes: ¡éste es el camino!”: de esta manera, el Papa Francisco recordó el tema de la Jornada Misionera Mundial (JMM) que se celebra hoy en todo el mundo. En el pasado mes de mayo, el pontífice había difundido el mensaje para la JMM, precisamente centrado en este tema: “Junto a los jóvenes, llevemos el Evangelio a todos”. El tema es un correlato al del Sínodo, que se está desarrollando en el Vaticano en estas semanas, impulsando a los jóvenes a ser protagonistas del anuncio de la fe a sus coetáneos, tal como siguió explicando Francisco: “Es la realidad que, gracias a Dios, estamos viviendo en estos días, en el Sínodo dedicado a ellos: escuchándolos y haciendo que participen, descubrimos muchos testimonios de jóvenes que en Jesús han encontrado el sentido y la alegría de la vida. Y muchas veces lo han encontrado gracias a otros jóvenes, que ya son partícipes de esta compañía suya de hermanos y hermanas que es la Iglesia. Recemos para que las nuevas generaciones no falten al anuncio de la fe y a la llamada a colaborar en la misión de la Iglesia”. Hablando de manera espontánea, el Papa luego agregó: “Pienso en muchos cristianos, hombres y mujeres, laicos consagrados, sacerdotes y obispos, que han consumido su vida lejos de su patria, anunciando el Evangelio… A ellos, dediquemos nuestra oración: Ave Maria…”.
Previo a ello, antes del rezo del Ángelus, Francisco comentó el evangelio de la misa de hoy (29no. del año, ciclo B, Marcos 10,35-45), que narra el episodio en el cual los dos hermanos, Santiago y Juan, piden ocupar los primeros lugares cuando Jesús entre “en la gloria”. El Papa subrayó que Jesús “trata de corregir a sus discípulos, convirtiéndolos de la mentalidad del mundo a la de Dios”.
“Jesús –continuó- sabe que Santiago y Juan están animados por un gran entusiasmo por él y por la causa del Reino, pero también sabe que sus expectativas y su celos están contaminados por el espíritu del mundo”. Luego Él “se da cuenta de que los otros diez Apóstoles se enfurecen contra Santiago y Juan, demostrando tener la misma mentalidad mundana. Y esto le da pie para dar una lección que vale para los cristianos de todos los tiempos, incluso para nosotros”.
“El mensaje del Maestro es claro: mientras los grandes de la Tierra se construyen ‘tronos’ para su poder, Dios elige un trono incómodo, la cruz, desde la cual reinar dando la vida: «El Hijo del hombre –dice Jesús- no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida para rescatar a muchos» (v. 45). El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra la enfermedad por la búsqueda de los primeros puestos, la medicina para los trepadores, que contagia tantos contextos humanos y de la cual no se salvan ni siquiera los cristianos, incluso en la jerarquía eclesiástica. Por tanto, como discípulos de Cristo, acojamos este Evangelio como un reclamo a la conversión, para testimoniar con coraje y generosidad una Iglesia que se inclina a los pies de los últimos, para servirlos con amor y sencillez. La Virgen María, que adhirió plena y humildemente a la voluntad de Dios, nos ayude a seguir con alegría a Jesús por la vía del servicio, la vía maestra que conduce al Cielo”.
Luego de la oración mariana, Francisco recordó que ayer, en Málaga (España) fue proclamado beato el sacerdote jesuita Tiburcio Arnaiz Muñoz (1865-1926), fundador de las Misioneras de las doctrinas rurales. “Demos gracias al Señor –dijo el Papa- por el testimonio de este ministro lleno de celo por la Reconciliación e incansable anunciador del Evangelio, sobre todo en medio de los humildes y olvidados. Su ejemplo nos empuje a ser operadores de misericordia y misioneros valientes en todos los ambientes; que su intercesión sostenga nuestro camino. Al beato Tiburcio, un aplauso, de todos”.
04/06/2017 15:02
19/05/2018 18:13