Papa: Jesús nunca nos deja solos, ‘nos da la fuerza para seguir adelante’

En la visita a la parroquia romana de San Gelasio, Francisco recordó que “no hay momento de la vida que pueda ser vivido plenamente si no es escuchando a Jesús. En los momentos hermosos, detenerse y escuchar a Jesús; en los momentos feos, detenerse y escuchar a Jesús. Éste es el camino. Él nos dirá qué debemos hacer. Siempre”.

Roma (AsiaNews) – “Jesús no nos deja solos en las pruebas de la vida: siempre nos prepara, nos ayuda”, como hizo con los apóstoles con la Transfiguración. “Por eso, en los momentos hermosos, detenerse y escuchar a Jesús; en los momentos feos, detenerse y escuchar a Jesús”. Es en torno a esta invitación, inspirado por el Evangelio de hoy, que el Papa Francisco desarrolló su homilía en la misa celebrada por la tarde en la parroquia de San Gelasio, en la periferia noroccidental de Roma.

Francisco también fue escuchado por algunos ex reclusos de Rebibbia y por algunos detenidos que se encuentran en régimen de libertad parcial.

“Jesús – dijo el Papa- se muestra a los Apóstoles tal como es en el Cielo: glorioso, luminoso, triunfante, vencedor. Y esto lo hace para prepararlos para soportar la Pasión, el escándalo de la Cruz, porque ellos no podían entender que Jesús moriría como un criminal; no podían entenderlo. Ellos pensaban que Jesús sería un liberador, pero uno como los liberadores terrenales, esos que vencen en la batalla, esos que triunfan siempre. Y el camino de Jesús es otro: triunfa a través de la humillación, la humillación de la Cruz”.

Pero después de la Cruz, Jesús muestra el futuro glorioso, y hace ver qué nos espera: “Este es el mensaje: él siempre nos prepara. No da la fuerza para seguir adelante en los momentos de prueba, y vencerlos con Su fuerza. Jesús no nos deja solos en las pruebas de la vida: siempre nos prepara, nos ayuda; como los preparó a ellos, con la visión de su gloria. Y entonces, ellos luego recuerdan esto para soportar el peso de la humillación. Esto es lo primero que nos enseña la Iglesia: Jesús nos prepara siempre para las pruebas, y en las pruebas está con nosotros, no nos deja solos. Jamás”.

“No hay momento de la vida que pueda ser vivido plenamente si no es escuchando a Jesús. En los momentos hermosos, detenerse y escuchar a Jesús; en los momentos feos, detenerse y escuchar a Jesús. Este es el camino. Él nos dirá qué debemos hacer. Siempre. Y sigamos adelante en esta Cuaresma con estas dos cosas; en las pruebas, recordar la gloria de Jesús, es decir, lo que nos espera; que Jesús está presente siempre, con esa gloria, para darnos fuerza. Y durante toda la vida, escuchar a Jesús, qué nos dice Jesús. En el Evangelio, en la liturgia: siempre nos habla; o en el corazón”.