Papa: El hombre nos es dueño del tiempo, que pertenece a Dios

Rezar y esperar en Jesús: son estas las virtudes indicadas por Francisco "que dejan el tiempo a la esperanza y a la intervención de Seños". El cristiano "está en grado de vivir el momento, pero no debe engañarse pensando ser el dueño de lo que es de Dios".

Ciudad del vaticano (AsiaNews) - El hombre puede "sentirse dueño del momento, pero se engaña si se cree patrón del tiempo. El tiempo no es nuestro, ¡El tiempo es de Dios! Rezar para reconocer el camino que tomar y esperar en Jesús para mirar al final del tiempo: he aquí las virtudes que dejan el tiempo a la esperanza y a la intervención del señor". Lo dijo esta mañana el Papa Francisco, en el curso de la homilía pronunciada durante la consueta misa en la capilla de la casa S. Marta.

El Papa, refiere la Radio Vaticana, dio dos consejos para entender el pasar del presente y prepararse al fin de los tiempos: confiarse antes a la oración y luego a la esperanza. "La oración y el discernimiento-dijo- ayudan a descifrar los singulares momentos de la vida y a orientarlos a Dios. La esperanza es el faro a largo alcance que ilumina el último puerto, aquel de la individual vida y junto a aquel del fin de los tiempos".

El Evangelio cotidiano habla de Jesús que explica a los fieles en el templo, que debe acontecer antes del fin de la humanidad y los invita a creer en Dios, sin caer en la desesperación. Comentándolo, Francisco dice: "En este camino hacia el final de nuestro camino, de cada uno de nosotros y también de toda la humanidad, el señor nos aconseja dos cosas, dos cosas que son diferentes, según cómo vivamos, porque es diferente vivir en el momento y diferente es vivir en el tiempo".

El cristiano, explica, es "un hombre o una mujer que saben vivir en el momento y que saben vivir en el tiempo. El momento es aquel que nosotros tenemos en mano ahora: pero este no es el tiempo, ¡Esto pasa! Quizás nosotros podemos sentirnos dueños del momento, pero el engaño es creerse que somos dueños del tiempo: el tiempo no es nuestro, ¡el tiempo es de Dios! El momento está en nuestras manos y también en nuestra libertad de como tomarlo. Y es más: nosotros podemos ser soberanos del momento, pero del tiempo sólo hay un soberano, un solo Señor, Jesucristo".

Entonces, advierte el Papa citando las palabras de Jesús, "no es necesario dejarse engañar en el momento", porque estará aquel que aprovechará de la confusión para presentarse como Jesucristo. Y subraya: "Par conocer los signos verdaderos, para conocer el camino que debo tomar en este momento es necesario el don del discernimiento y la plegaria para hacerlo bien. En vez, para mirar el tiempo, del cual sólo el Señor es el dueño, Jesucristo, nosotros no podemos tener ninguna virtud humana. La virtud para mirar al tiempo debe sernos dada, regalada por el Señor: ¡Es la esperanza! Plegaria y discernimiento para el momento; esperanza para el tiempo".

"Y así -concluye- el cristiano se mueve en este camino, momento tras momento, con la oración y el discernimiento y de esperanza. El cristiano sabe esperar al Señor en cada momento, pero espera en el señor al final de los tiempos. Hombre y mujer de momento y de tiempo: de oración y discernimiento y de esperanza. Nos del Señor la gracia de caminar con la sabiduría, que también es un don de Él. La sabiduría que en el momento nos lleve a rezar y discernir. Y en el tiempo, que es el mensajero de Dios, nos haga vivir con esperanza"